domingo, 28 de diciembre de 2008

DESMITIFICAR.-

Eduqué a mis hijos sin estridencias y en la base del antimaniqueismo, que nada es totalmente bueno y muchas cosas no son totalmente malas.
Sin embargo, preferí contarles y leerles sobre Ulises y Polifemo, y que no les sonara extraño el aria de Caravadossi en la Tosca Floria, cedida por Sardou y llevada a la Opera de mano del Genial Puccini. Caperucita, me parecía un boba de baba, y no puedo olvidar la cara de asombro, pero de entendimiento por razones, cuando lo explicaba, dulce y suavemente, ya que ¿a quien se le ocurre tener que cruzar un bosque y pararse a charlar con un lobo feroz? Cenicienta, que ejemplo, una explotada voluntaria que no se rebela contra la maldad de su cruel tía y primas. Pero lo peor era lo de Bella y Bestia. ¿Como se puede dar ejemplo ante un secuestrador de padres para solicitar que sus hijas, por salvar a su progenitor, satisfagan sus caprichos, por muy enamorado que se esté o por muy necesitado de cariño que se sienta?
Siempre me ha parecido una barbaridad lo que les enseñamos a los niños de pequeños, como el Cascanueces, que al fin y al cabo es una historia de ratas, por espectacular y magnifica que sea la música del Genial Tchaikovsky, o grandiosa la última regia(dirección coreográfica) de Nureyev, antes de fallecer, y que se puede ver en La Scala, con escenas de Ballet que igualan o superan a las más espectaculares y armoniosas.Pero siendo esto de mitificar, desde algún punto de vista muy personal reprobable, lo peor es que esto suele llevar a mitificar en la adolescencia, cundo se “siente” pero no se está informado con suficiencia, y la que se recibe es siempre unilateral sesgada, y con una enorme carga de grandes y vacuas palabras maravillosas en su literal significado pero llenas de rencor, cuando no odio, dramas, cuando no mucha sangre, y que algunos líderes para sustentarse, mantenerse o alcanzar el poder usan de manera torticera y sin que les tiemble la conciencia por el destrozo moral, intelectual, y mental que producen. Lo de pirómano a los 20 y bombero a los 40, puede ser un ejemplo. Eso, tendría su lado bueno, como el amor platónico, apasionado o irracional primero, y el amor sentado y maduro enraizado y familiar después.
Lo negativo, es que hay muchos de ellos que tardan o no salen nunca de ahí, otros tampoco lo hacen por crear criterios de clase o casta a la que se teme traicionar, que suelen ser los más maltratados, primero por los que les infundieron tamañas patrañas que les calaron tan hondo que son incapaces de salir de ese hoyo, o los peores, que sabiendo que todo es falso, lo usan para continuar “dirigiendo” con esa “religión” que tantos millones de muertos y tragedias ha costado. ¿Pero cómo se puede dormir con un poster del Che en la cabecera, o llevando camisetas y gorritas de semejante monstruo sin escrúpulos ni sentimientos, proclamar que Castro es el modelo a seguir, que Mao tuvo grandes aciertos y que Stalin se vio obligado a matar y dejar morir en los GULAG a cientos de millones de humanos, que Lenin saco al pueblo ruso de la opiacidad y que hasta el asesino Trotsky cuando reacciona, es un traidor? Y que decir de Ho Chi, de Pol Pot, y de tantos otros sátrapas aún en vida y aún sacrificando y reeducando a decenas de millones de generaciones porque una parte de la humanidad no es eso, humana. Pues hay muchos apologiítas de todo esto, y gente “preparada”, no humanamente eso es evidente, pero sí con habilidades y con aptitudes a veces extraordinarias. Los más, artistas o desarrolladores de algún arte. Pero su cerebro y su corazón están estropeados. Son sesgados, sectarios y de alguna manera odian a la humanidad y les gusta en el fondo ver como la destruyen u oprimen.Me dirán que me dejo a “los otros”. No, es incierto. No estoy haciendo proclama ni apología de los Zares, ni de las Monarquías absolutas, ni no absolutas, de ninguna, las desprecio a todas por igual, ni de las colonizaciones salvajes, ni que Fulgencio o Rafael Leonidas, o Tachito eran “soluciones” ni siquiera si los Montoneros provocaron a los militares Argentinos y estos le agradecieron su exterminio sin control, o si Pinochet vio amenazada la alternancia y el futuro con el Castrista Allende, ni si fue legitima o no la asonada franquista, ni si se debió de matar a Hitler antes de nacer, ni si Gandhi era un monstruo que quería que la muerte siguiera su curso en los hindúes para que rápido se reencarnaran, ni si Dulcino hizo bien en matar Obispos, ni si Urbano II se vio presionado por cien años de atrocidades musulmanas anticristianas para provocar y convocar la Cruzada desde Clermont, con Ademaro, Godofredo y Tolosa, sobre todo Tolosa.
Ya no existe ninguno de esa clase, afortunadamente, de ahí salimos, con sangre, con sudor, con lágrimas y con muchos muertos. Pero nadie les recuerda públicamente con nostalgia o cariño, salvo algunos perdidos en tribus o sus familiares y beneficiarios.Lo que si digo, y repetiré, es que nadie en su sano juicio, equilibrado y con dosis de humanidad, puede a día de hoy, en la época de la cibernética avanzada, del Internet integrador y de las libertades imbuidas hasta los tuétanos, seguir alabando, añorando, extrañando, comparando, aquellos perros asesinos, locos desequilibrados, salvajes sádicos, y opresores malditos. Y lo que es peor, dejar que los que aún viven y se perpetúan, sigan oprimiendo a sus pueblos, o dando charlas justificativas los que no mandan o usando su popularidad para dar apoyo. Y aun más, no hacerlo como primera medida, la única importante, conseguir librar a esos pueblos oprimidos de la falta de libertad y de usar y vivir la vida que deseen en libertad. Para mí es más importante que el hambre, aunque evidentemente no sea tan urgente.Desarme “Universal”. Libertad “Universal”.
Solo pido una vida digna para todos, sin exclusión, sin mitos y sin privilegios.A reflexionar.
Lorenzo Soriano.

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