Negar que una crisis está llegando no es la mejor forma de afrontarla. Negar el impacto negativo de la pérdida del ráting triple A, tampoco es el mejor modo de recuperarlo. Desde que S&P puso la calificación crediticia de España en perspectiva negativa hasta hoy, el Ministerio de Economía ha tratado de relativizar el impacto de ese evento.
En un primer momento, el Tesoro aseguró que no esperaba que esa rebaja fuera a suceder.
España no cree que Standard and Poor's (S&P) rebaje el rating de la deuda española a largo plazo después de que la agencia de calificación haya decidido colocarla en su lista de vigilancia con implicación negativa, dijo el lunes el Ministerio de Economía y Hacienda.
"Consideramos que no, porque la política económica de este Gobierno está orientada precisamente a superar esos desequilibrios que son los que llevan a S&P a esa situación de vigilancia", dijo una portavoz del Ministerio español de Economía al ser preguntada por Reuters si S&P podría llegar a rebajar el rating de la deuda pública española desde su actual triple A.
Como mínimo, al día siguiente, Solbes reconoció que ese riesgo existía. Una vez que S&P cumplió su amenaza y bajó el ráting de España a AA+, la estrategia de comunicación del Gobierno se ha centrado en lanzar el mensaje de que da igual que la agencia haya efectuado el recorte.
Hoy, por ejemplo, las agencias de noticias citan a un portavoz del Tesoro diciendo que según sus cálculos, el coste de la pérdida de ráting será de 170 millones de euros en 2010.
La rebaja del 'rating' del Reino de España por parte de la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) tendrá un coste para el Estado de unos 170 millones de euros en 2010, informó hoy un portavoz del Tesoro Público. Esta previsión del coste aproximado está realizada bajo el supuesto de que la diferencia entre el bono alemán y el español a diez años se sitúe en 20 puntos básicos. El Tesoro explica que la rebaja de la calificación no tendrá efecto en 2009 porque las emisiones de bonos y obligaciones del Estado que se realicen este año tendrán una maduración posterior a los 12 meses.
No dudo de que ese cálculo es matemáticamente correcto. Pero es una verdad a medias. Estos son los motivos.
1. Cifra el incremento del diferencial con Alemania en 20 puntos básicos. Pero desde el día en el que España entró en Creditwatch Negative, ese diferencial se ha ampliado en 40 puntos básicos, de 82 a 122. (es decir, el doble de la estimación del Gobierno). Además, está el debate de cuándo se empieza a perder el ráting, si cuando S&P te pone bajo vigilancia o cuando el mercado empieza a interpretar que tu calidad crediticia ya no es un triple A. Esto último comenzó a pasar en agosto de 2007. En cualquier caso, tomar como referencia el diferencial de agosto de 2007 o el de el 12 de enero, es un criterio opinable y hay razones para coger una u otra fecha. Pero si tomas esta última, lo que tienes que hacer es coger el incremento real del diferencial (40 puntos básicos), no uno menor (20 puntos básicos).
2. Solamente tiene en cuenta los pagos de deuda que el Gobierno efectuará en 2010. Pero imagínese que el Gobierno emite 85.000 millones de euros a diez años. Efectivamente, con un diferencial de 20 puntos básicos más, esto supondrá un coste extra en 2010 de 170 millones de euros. Lo que olvida este cálculo es que el coste extra se repetirá en cada uno de los nueve años siguientes hasta que venza la deuda. Es decir, el coste extra real son 170 millones x 10 años = 1.700 millones.
Un cálculo aproximado sobre cuánto costará realmente a los contribuyentes la pérdida del triple AAA. En este caso, tomamos como referencia inicial el diferencial de agosto de 2007, previo al inicio de la crisis, cuando el mercado comienza a captar el deterioro crediticio español - las agencias de ráting actúan siempre a posteriori, una vez que buena parte ese empeoramiento ya se ha producido -.
Aplicamos el mismo mix temporal que el de las emisiones del último año y medio. Y tuvimos en cuenta, obviamente, el coste extra durante todos los años de vida de la deuda, no solamente durante el primero.
La cifra resultante, sobre una emisión de unos 200.000 millones de euros, fue de 11.200 millones. Ojo, es una estimación y no un dato grabado en mármol. Pero sinceramente, creo que los ciudadanos están mejor informados si se les cuenta lo que les va a costar de más una emisión de deuda durante toda la vida del préstamo, que si solamente les dices lo que le va a costar de más el primer año.
Es como si usted se hipoteca para comprar un piso y el banco solamente le dice que el coste el año que viene será de 12.000 euros (1.000 al mes). No, no, disculpe, el coste de que usted me preste ese dinero será de 12.000 euros al año... durante los próximos 30 años. Es decir, 360.000 euros.
En lo que sí tiene razón el Tesoro es en que hay otros países, sin necesidad de salir de la Unión Europea, cuyas condiciones crediticias se están deteriorando y también merecen, como mínimo, la entrada en las listas de vigilancia negativa a corto plazo.
En un primer momento, el Tesoro aseguró que no esperaba que esa rebaja fuera a suceder.
España no cree que Standard and Poor's (S&P) rebaje el rating de la deuda española a largo plazo después de que la agencia de calificación haya decidido colocarla en su lista de vigilancia con implicación negativa, dijo el lunes el Ministerio de Economía y Hacienda.
"Consideramos que no, porque la política económica de este Gobierno está orientada precisamente a superar esos desequilibrios que son los que llevan a S&P a esa situación de vigilancia", dijo una portavoz del Ministerio español de Economía al ser preguntada por Reuters si S&P podría llegar a rebajar el rating de la deuda pública española desde su actual triple A.
Como mínimo, al día siguiente, Solbes reconoció que ese riesgo existía. Una vez que S&P cumplió su amenaza y bajó el ráting de España a AA+, la estrategia de comunicación del Gobierno se ha centrado en lanzar el mensaje de que da igual que la agencia haya efectuado el recorte.
Hoy, por ejemplo, las agencias de noticias citan a un portavoz del Tesoro diciendo que según sus cálculos, el coste de la pérdida de ráting será de 170 millones de euros en 2010.
La rebaja del 'rating' del Reino de España por parte de la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) tendrá un coste para el Estado de unos 170 millones de euros en 2010, informó hoy un portavoz del Tesoro Público. Esta previsión del coste aproximado está realizada bajo el supuesto de que la diferencia entre el bono alemán y el español a diez años se sitúe en 20 puntos básicos. El Tesoro explica que la rebaja de la calificación no tendrá efecto en 2009 porque las emisiones de bonos y obligaciones del Estado que se realicen este año tendrán una maduración posterior a los 12 meses.
No dudo de que ese cálculo es matemáticamente correcto. Pero es una verdad a medias. Estos son los motivos.
1. Cifra el incremento del diferencial con Alemania en 20 puntos básicos. Pero desde el día en el que España entró en Creditwatch Negative, ese diferencial se ha ampliado en 40 puntos básicos, de 82 a 122. (es decir, el doble de la estimación del Gobierno). Además, está el debate de cuándo se empieza a perder el ráting, si cuando S&P te pone bajo vigilancia o cuando el mercado empieza a interpretar que tu calidad crediticia ya no es un triple A. Esto último comenzó a pasar en agosto de 2007. En cualquier caso, tomar como referencia el diferencial de agosto de 2007 o el de el 12 de enero, es un criterio opinable y hay razones para coger una u otra fecha. Pero si tomas esta última, lo que tienes que hacer es coger el incremento real del diferencial (40 puntos básicos), no uno menor (20 puntos básicos).
2. Solamente tiene en cuenta los pagos de deuda que el Gobierno efectuará en 2010. Pero imagínese que el Gobierno emite 85.000 millones de euros a diez años. Efectivamente, con un diferencial de 20 puntos básicos más, esto supondrá un coste extra en 2010 de 170 millones de euros. Lo que olvida este cálculo es que el coste extra se repetirá en cada uno de los nueve años siguientes hasta que venza la deuda. Es decir, el coste extra real son 170 millones x 10 años = 1.700 millones.
Un cálculo aproximado sobre cuánto costará realmente a los contribuyentes la pérdida del triple AAA. En este caso, tomamos como referencia inicial el diferencial de agosto de 2007, previo al inicio de la crisis, cuando el mercado comienza a captar el deterioro crediticio español - las agencias de ráting actúan siempre a posteriori, una vez que buena parte ese empeoramiento ya se ha producido -.
Aplicamos el mismo mix temporal que el de las emisiones del último año y medio. Y tuvimos en cuenta, obviamente, el coste extra durante todos los años de vida de la deuda, no solamente durante el primero.
La cifra resultante, sobre una emisión de unos 200.000 millones de euros, fue de 11.200 millones. Ojo, es una estimación y no un dato grabado en mármol. Pero sinceramente, creo que los ciudadanos están mejor informados si se les cuenta lo que les va a costar de más una emisión de deuda durante toda la vida del préstamo, que si solamente les dices lo que le va a costar de más el primer año.
Es como si usted se hipoteca para comprar un piso y el banco solamente le dice que el coste el año que viene será de 12.000 euros (1.000 al mes). No, no, disculpe, el coste de que usted me preste ese dinero será de 12.000 euros al año... durante los próximos 30 años. Es decir, 360.000 euros.
En lo que sí tiene razón el Tesoro es en que hay otros países, sin necesidad de salir de la Unión Europea, cuyas condiciones crediticias se están deteriorando y también merecen, como mínimo, la entrada en las listas de vigilancia negativa a corto plazo.
De Expansión.
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