MOHAMED TOMA PRENDA VII. FINAL DE JUNIO.-

EMPEORA LA SITUACION. INCIDENTE AERONAVAL.
El Almirante Sillero – Jefe de Estado Mayor de la Armada – recibió la demanda de una entrevista discreta por parte del Agregado Naval de la Embajada de los Estados Unidos en España. Cumplía el encargo de su Gobierno, al informar de que el Pentágono esperaba un inminente ataque a España por parte de Marruecos y de que desde la Casa Blanca, se iba a recomendar la evacuación de todos los ciudadanos de los países de la OTAN de las Islas Canarias. Eventualmente repatriarían a todos los familiares de los militares estadounidenses de Marruecos, especialmente de la base de Kenitra y, según el discurrir de los acontecimientos, incluso retirar sus efectivos militares de dicho país.
El Almirante informó a sus colegas de la Junta de Jefes y se dispuso a volar a Canarias.
Entre tanto, la antigua Corbeta “Vencedora”, ahora Patrullero de altura P79, surcaba las aguas canario saharianas, en misión de reconocimiento ordenada por la Jefatura de las Fuerzas navales de las Islas, es decir, por la Contralmirante Larrarte.
Su Comandante la Alférez de Navío Cosío fue informada por el operador de radar – navegaba a 130 millas al NE de Arrecife de Lanzarote – de un contacto a 100 millas al Norte, que navegaba a toda máquina en su dirección. La firma de radar correspondía a una Fragata clase Floreal, de las que Marruecos poseía dos unidades. De inmediato comunicó a su base, la noticia y también que se disponía a navegar “en conserva”, en espera de instrucciones, rumbo Sur Suroeste.
La Contralmirante Larrarte, solicitó ayuda aérea y el General Soriano, ordenó el inmediato despegue de dos Mirage del Ala 14, desde Gando con instrucciones de repeler cualquier ataque de la Fragata marroquí contra el patrullero español. El Tte. Col. Roses pilotaba uno de los dos aparatos, cuando informó a la Fragata marroquí – la Mohamed V – del peligro que corría si persistía en sus intenciones.
Al parecer la Fragata recibió órdenes de volver a puerto y viró rápidamente, alejándose hacia el Norte.
Marruecos llevó el incidente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde Mora – tinos se disculpó y prometió castigar a “los culpables”, lo que no dejó de sorprender al mundo entero, ya que se trataba de aguas internacionales, aunque Marruecos hubiese planteado la protesta, sobre la base de que fuesen aguas suyas.
El intento de severo castigo por parte del gobierno, chocó con la firmeza de toda la cúpula militar. Los aviones habían ido a proteger a unos marinos españoles, que navegaban por aguas internacionales y no habían cometido ninguna infracción. El Jefe de Estado Mayor del Ejército, General Gil Remacho, había llegado a decir al ministro, que “los militares españoles, estaban dispuestos a morir por España, pero no por la indecisión – no se atrevió a pronunciar la palabra cobardía – de ningún gobierno”. La debilidad de este, consiguió que todo quedase en una amenaza.
Tras el incidente, con el apoyo de los Estados Unidos, se comenzaron las repatriaciones arriba señaladas. En las Islas cundió la alarma: los ingresos por turismo, volaban a otros lugares y comenzó a sentirse el miedo.
Por su parte, en Ceuta, unos militares hubieron de repeler los disparos que les efectuaron a su paso por Hadú: hubo un herido por ambas partes.
El Almirante Sillero, consiguió evacuar a los dragaminas de Cartagena y al Galicia de Rota; también que los submarinos emprendiesen patrullas por el Mar de Alborán, exclusivamente, no sin antes haber evacuado un Informe desligándose de cualquier responsabilidad, de no acordar la medida. Pero el “Príncipe” y resto del Grupo Alfa, continuaban en Rota.
FOTOGRAFIAS:

1.- La Fragata "Mohamed V", en una visita a Málaga.

2.- P79, “Vencedora”.
3.- El “Galicia”, en una visita a Indonesia, cuando el tsunami.
4.- Nuestros Dragaminas – o Cazaminas – “se adornan” durante una Revista.
5.- Gráfico del Incidente Aeronaval.