jueves, 12 de julio de 2007

COMO COMBATIR LA ANGUSTIA.-

O VIVIR CON ELLA.
INTRODUCCIÓN.
No se ve pero se siente. Esto se podría decir de la angustia. Las sensaciones que provoca van desde el ahogo al pánico, desde las palpitaciones hasta la paralización completa de los miembros. Es difícil explicarlo sin sentirla, por eso, no se trata de elaborar un manual científico, ni establecer un dictamen medico, es el intento de un angustiado total por describirla, exponerla, e intentar que otros que la también padecen, puedan entenderla y así ayudarles a combatirla, o…. a vivir con ella.
CAPITULO I.- CONSIDERACIONES.
Ante todo no desespere, aunque se angustie. Somos legión y estamos para ayudarnos, aprenda a conocer su problema y a saber hasta donde llega.
Familiarícese con ella, piérdale el miedo. Manéjela, úsela en su provecho. No olvide que no hay mal que por bien no venga. Sea positivo, transforme un problema y serio como es este, en una, digamos, “ventaja”.
Créanme, tome el control de su problema, ya que afortunadamente no es un cáncer, o algo peor. Los daños nos los provocamos nosotros mismos, convénzase de que puede controlarlo.
Es difícil, muy difícil, pero siempre, con empeño, al final se consigue.
Un invidente, por poner un ejemplo, un parapléjico o un mutilado, puede alcanzar un enorme grado de calidad de vida, si, con un enorme esfuerzo o disciplina, aun sin ese sentido, a falta de un miembro o de motilidad. Pero no tiene ventajas no ver, o moverse con dificultad. El angustiado que consigue tomar el poder, puede obtener ventajas de su situación y con el tiempo controlar la angustia y elegir o construir un espacio vital donde le afecte menos e incluso desaparezca por completo. No olvide que en definitiva es un problema mental, que provoca sensaciones físicas reales, y por lo tanto, lo podemos modular, controlar, neutralizar, e incluso anular.
Pero ¿de que ventajas estamos hablando? Pues bien, muchas ventajas. Si usamos las angustias que nos provocan insomnio, para hacer alguna actividad ralentizada o en reposo, para repasar nuestra vida, para analizar las circunstancias, para preparar nuestras actuaciones, sopesar las posibilidades que tenemos en nuestras actividades o relaciones, escrutar hasta la más mínima de las posibilidades, tendremos una gran ventaja sobre el que reposa confiado en que todo saldrá bien.
Evidentemente, hay que controlar, manejar y encauzar la angustia en nuestro provecho. Necesitamos dormir, descansar y estar tranquilos, pero así como es necesaria una pequeña dosis de stress para mejor funcionar, una angustia moderada y ponderada, nos puede ser muy útil. El que no se acomoda será porque no quiera.
CAPITULO II. PRECISIONES.
La mayoría de los desvelos de un angustiado, son provocados por una serie de problemas de la vida cotidiana, que aun pudiendo remotamente producirse, probablemente jamás ocurrirán. Y casi con toda seguridad, jamás ocurrirán con resultados tan negativos como el angustiado imagina.
Dado que el angustiado en su perfil más básico, es una persona con sus necesidades mínimas vitales o de supervivencia cubiertas, las preocupaciones que generan angustia son en cierto modo de carácter menor en la escala de valores de la vida. Esta escala, es la que el angustiado tiene que recordar como primera medida.
Estar vivo, poder alimentarse y estar techado, poder acceder al mundo laboral, a la familia, a las actividades lúdicas, culturales, deportivas.
Estar completo, con todos o la mayoría de los sentidos, aceptablemente sano etc. Son ya una gran ventaja en este mundo actual en el que vivimos, que nada nos convenzan nunca de lo contrario.
Todos estos valores, el angustiado los deshecha como si no tuvieran importancia. Tan solo con tener y disfrutar de uno de ellos, ya vale la pena estar viviendo una vida, por corta y tortuosa que nos pueda parecer.
Pero claro que en la vida hay que trabajar, sacrificarse, prepararse o formarse hasta el límite máximo de nuestras posibilidades, y que esto no es fácil. Para nadie. No creamos en los estereotipos. Suelen ser falsos.
Ni el dinero en grandes cantidades, ni la belleza humana en grandes dosis, ni la cultura o inteligencia en grandes proporciones, ni la inmensa capacidad creativa o deportiva, hacen la total Felicidad.
Claro que todo esto ayuda a vivir algo mejor, pero siempre, es fruto de un enorme esfuerzo en adquirirlo, conservarlo o cultivarlo.
El miedo a perder el status, el miedo a afrontar la vida diaria y sus retos, el miedo a no poder competir o simplemente sufrir el juicio, la valoración y la crítica o halago de los demás, incluso la indiferencia, es lo que nos provoca la mayor parte de las angustias.
Nos cuesta levantarnos cada día a empezar la jornada y a enfrentarnos al mundo. Envidiamos al que esta convencido que viene al mundo a ser feliz.
Estamos seguros de que si algo sale mal, será por causa nuestra o nos lo achacaran sin remedio. Que todos se confabularan contra nosotros para intentar hundirnos y que no tenemos salida. Que a todos creerán salvo a nosotros. Que solo nosotros pagamos deudas, que nuestros deudores, son los únicos que no nos las van a pagar. Se torcerá todo antes de que llegue a buen término. Que nos arruinaremos, suspenderemos, no ascenderemos, o lo peor de a lo que nos dediquemos.
Horroroso, pero, sobrepóngase, lea y atienda.
Si creemos, sabemos y podemos estar o ponernos en el extremo peor, excepción hecha de la Ley de Murphy, si solamente nos encuadramos con las teorías de de Wald o Laplace, y nos situamos en la peor de las opciones, en el improbable caso de ocurrir estas o similares, estaremos preparados y quizás ya hayamos pensado en las posibles soluciones, respuestas o posibilidades. Al menos no nos cogerá lo peor por sorpresa y sin el efecto sorpresa las circunstancias negativas son menores, es la verdad.
Ya que no podemos evitar el situarnos en el lado oscuro de las cosas, saquémosles al menos provecho y así la angustia tendrá una recompensa.
“El pesimista, es un optimista bien informado y documentado”. Entienda esta frase. Tómese su gran problema a guasa de vez en cuando. Woody Allen lo hace y le sale muy bien, aparentemente, todo. Lo usa en su provecho, hace magnificas películas como protagonista angustiado. No es tan malo, a veces es simpático, a veces cae simpático el angustiado
Si, ya se que es un drama vivir así, pero los dramas sin sangre no llegan a tragedia nunca.
CAPITULO III. INFORMACIONES ÚTILES.-
No haga sangre por esto, no viva dormido, ni recurra al alcohol ni al tabaco ni a nada peor. Use solo fármacos recetados por médicos, pero evítelos y úselos solo “in extremis”, y solo para cuando no pueda dormir, o lleve varios días si hacerlo. Nunca por el día, no se cree dependencia. Acuda mejor a psicólogos que a psiquiatras. Créalo, su problema lo soluciona por si mismo en mas de la mitad de los casos y en mas de las tres cuartas partes de su intensidad, solo por Vd.
Recurra, eso si, al trabajo duro, al amor materno, paterno, filial o de pareja. Haga mucho el amor o en cualquier caso disfrute del sexo todo lo que pueda.
Afíliese a algún club social, Leones, Rotary, o de ayuda a los demás, Manos unidas, etc. O También afíliese y sea militante activo en Política. Lea mucho, todo lo que sea capaz, escriba, haga como yo, que aunque sea malo, me lanzo a escribir aunque sea para intentar ayudar a los demás.
Utilice trucos y reglas para tranquilizarse y dormir. Durante años he conocido Angustiados y Ansiosos que tenían un sueño preferido, ya conformado y soñando a propósito, despiertos, conseguían relajarse, superar la angustia y dormirse.
Yo también. No contare mi sueño, para no dar pistas, pero he tenido mis sueños empaquetados, mitos eróticos, sueños viajeros, culturales, de riqueza, sexuales, con una, o varias personas determinadas, antiguas relaciones, de amistad , amantes o amoríos, aun estando felizmente en pareja, soñar con otro u otra, determinado sueño, es muy gratificante y no es nada malo ni anormal.
Se asombraría ver y saber lo que calma a un angustiado, soñar un bonito sueño. Lo mismo que le calmara a Vd.
Elija el suyo, suéñelo y a combatir la angustia, y de paso el insomnio.
Claro que hay que combatir a la vez la ansiedad, la angustia, el insomnio y el Pánico. Si, los famosos ataques de pánico.
CAPITULO IV. EL PÁNICO.
La angustia, le puede llevar a veces a determinadas situaciones, que de no controlarlas, pueden ser incluso peligrosas. No se alarme, no es para tanto. Siendo una persona normal, lo mas probable es que los ataques de pánico se desmonten por si solos. He conocido a algún angustiado al que se le cerraba la Glotis y no le dejaba respirar, en el momento álgido de la angustia, se levantaba y movía los brazos para tomar aire, al final, la apertura era automática, pero, ese minuto infernal deja a uno marcado a fuego.
La angustia juega malas pasadas, al subir a un avión, a pensar que la catástrofe es inmediata, a creer que la muerte es inminente. Son sensaciones verdaderamente horrorosas, imposibles o muy difícil de explicar sin haberlas sentido o sufrido.
Pero esta sucesión de reacciones involuntarias a las que la angustia lleva, créanlo de verdad, se mejoran o se solucionan casi completamente con un TRUCO, así con mayúsculas, el truco de la Respiración.
No debemos menospreciar esta defensa natural del organismo por ser barata, fácil de aplicar y no necesitar a nadie. A veces, necesitamos parafernalia, grandiosidad, complicación de tratamientos y multitud de fármacos la mayoría “placebos” o azúcar con excipiente. Sobre todo si la Hipocondría se mezcla con la angustia, se necesita circo para sentirse mejor, grandes especialistas, carísimos y de profundas reflexiones.
No quiero simplificar la enfermedad hasta el punto de pensar que es una tontería, no se olviden que soy un angustiado, obseso, ansioso, estresado, y sobre todo hipocondríaco superlativo. Desde Pamplona a Canarias, desde Miami a Bangkok, se me ha diagnosticado inflexiblemente lo mismo, no he podido escapar al diagnostico, por lo que debe de ser bien cierto. No acepto, no acepté, nunca una sola opinión en asuntos de cierta relevancia, y que no sean procesos físicos o químicos de prueba con resultado contundente, pero cuando 4 informes diferentes aciertan, empiece a pensar que si, que tiene que ser cierto y empiece a remediarlo.
Pero comience con la respiración, por favor, inténtelo al menos.
CAPITULO V. LA RESPIRACIÓN.
No se crea que porque lo hacemos desde el punto y hora en que nacemos, sabemos respirar. El 80% de los humanos, respira mal y no le pone asunto a este tema. Fatal.
No se crea que saber respirar primero, de una manera normal, y de una manera especial después por necesidad, es sencillo. Ni hablar, es complicado y necesita entrenamiento y constancia. Conozco personas que ha tardado más de 2 años en aprender a respirar de una manera correcta en términos terapéuticos, y aun no lo hacen siempre de manera curativa.
El oxigeno es necesario para que la sangre lo transporte y lo desparrame por todo el cuerpo. De la manera que respiramos la mayoría llena la mitad de medio pulmón solamente y un buen ataque de pánico, que queramos intentar solucionar respirando nos exige al menos 30 respiraciones profundas e intensas-inmensas de al menos 30 segundos cada una. Aunque la verdadera efectividad se siente ya desde la primeras, cuando respiremos con cadencias de aproximadamente un minuto.
Predicando y no doy trigo, me cuesta, aun sabiendo los inmensos beneficios de la respiración, hacerlo continuamente. Me encuentro como todos con pulmones vagos y bastante maleantes.
Créanme, la hipertensión moderada, el stress, el pánico, la ansiedad, la angustia, mejora a partir de la 5ª respiración profundo /intensa.
Cuando note que las paredes de los ‘pulmones se “despegan” y se hinchan, abriendo la caja toráxica, hasta llenar el pecho entero desde la parte alta del esternon hasta debajo del ombligo y. mas abajo esta en el buen camino. Mantenga el aire unos segundos, 7, 8, y luego, muy despacio, suéltelo hasta vaciarse del todo hasta abajo. Este es el principio de la respiración curativa
No necesita ser un maestro Yogui, aunque el Yoga, es magnifico, para sentirse bien, y dominar su problema, controlar su enfermedad y liberar sus aprensiones. Un cerebro oxigenado funciona mejor, y la sensación de bienestar le recorrerá el cuerpo entero, sentirá las arterias fluyendo, los músculos alimentándose del preciado oxigeno y relajándose .Si, el oxigeno calma, adormece, suaviza, relaja.
Sea práctico, empiece a aprender a respirar con un profesional o guiado, oxigene su cuerpo, relaje su mente y abandone la angustia para siempre.
No afirme que su problema es mas grave, si no lo comprueba o si no lo es en realidad.
Con un poco de suerte, puede estar entre la inmensa mayoría de los Angustiados, que son los que se pueden curar con estas simples prácticas.
L.Soriano.

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