PECADO.-

Ahora resulta que el Ministro “spaghetti”, le pide al Vaticano, urgente, que declare el fraude fiscal PECADO. Que excomulgue al evasor, que anatomice al defraudador, que mande directamente al infierno al que se “sumerja”.
Menos mal que la de La Vega, se lleva a matar con la Jerarquía, y no están para pedirse favores, que si no, lo que nos faltaba, arruinados y al infierno.
Decía Adriano en sus memorias, entre otras advertencias. “Las leyes que se incumplen reiteradamente, deben de ser malas de naturaleza”. Convendría abolirlas-seguía- ya que pondrían en peligro el cumplimiento y la observancia de leyes justas y desinteresaría a ciudadanos escrupulosos, convirtiéndolos en delincuentes y defraudadores.
Y es que, en ciertos países, como por ejemplo España, en estos momentos, las Leyes y normativas fiscales, no se dan y elaboran desde una lógica recaudatoria de un Derecho Fiscal justo, distributivo, con respeto al contribuyente, y apoyado en la estricta observancia de tasar una parte de lo obtenido con el esfuerzo del ciudadano o con la iniciativa de empresas empleadoras.
Otros países, lo han hecho en el pasado y han rectificado. Los nórdicos, los ingleses, los italianos, cayeron en tentaciones parecidas y sus cerebros huían, sus empresarios salían por la frontera y sus ciudadanos mas conspicuos y generadores de renta que gravar, se nacionalizaban en otros lados.
El afán recaudatorio es tal, en tantos aspectos, y tan desmedido, que desincentiva la economía de los contribuyentes, físicas o jurídicas, que no sean las 200 grandes empresas que con un mercado cautivo y su política de expansión, les permite ganar cifras astronómicas y a la vez, hacer presumir a los gobiernos de “Crecimientos” de economía. Crecimientos estos que no fluyen al grueso de la población y lo único que hacen es ahondar los abismos sociales entre los ciudadanos.
Patrimonio, Sucesiones, Impuestos directos, tasas y exacciones, antes de obtener un céntimo de beneficios, Seguros sociales y leyes laborales que provocan incumplibles costes laborales, normativas de seguridad e higiene, y previsiones lunáticas que se aplican lo mismo a empresas de 1 empleado que a las de 1000.
Y es que en España, se legisla “contra el contribuyente”, sin tener en cuenta que la inmensa mayoría de los creadores de empleo son empresas de entre 3 y 10 empleados y de la misma manera que se gasta- derrocha-, sin control y sin destino concreto, pero sobre todo sin la lógica de que pague quien gane, y que sea una cantidad no disuasoria del trabajo y de la creación de empleo.
Para esto hace falta, no recaudadores, sino cerebros expertos en escrupuloso derecho fiscal, que establezcan unas leyes justas y bien calculadas, que animen a trabajar y a crear riqueza, con un escrupuloso control del gasto, con un exquisito trato al ciudadano o empresa contribuyente, amparándoles todos sus derechos y reconocimientos y con todos los medios para su defensa claros y meridianos.
Hasta que esto no se dé, y “el contribuyente feliz”, tardará en llegar, incluso si se empezará ahora mismo a intentarlo, yo entiendo cierto tipo de resistencia, cierto tipo de autodefensa en la protección del fruto del esfuerzo, del fruto del trabajo duro, para derrocharlo sin pudor en la mayoría de los casos y con la presunción de que toda ley o norma fiscal hay que cumplirla ciegamente como si de una nueva religión indiscutible se tratase donde solo tiene que movernos la Fe en lo mas Alto.
Lo siento pero así pienso, y creo no estar equivocado al constatar que casi un tercio de la economía española, está sumergida y en B, con lo que el esfuerzo de los aflorados, voluntarios u obligados como en el Laboratorio Fiscal Canario, es un tercio más alto. Y lo peor es que saben los erráticos incoadores de objetivo fijo, que si actúan para que aflore, se parará la maquina con un estrepitoso descarrile.
Más beligerancia de las asociaciones empresariales y profesionales serian muy bienvenidas.
A reflexionar.
L.Soriano.
NOTA DE “LA REDACCION”.-
Supongamos que una Institución – la Junta de Andalucía – no paga el IBI a un Ayuntamiento – el de Málaga - y le debe cinco millones de euros, una realidad total. ¿Se propone, también, declarar “pecador” a Cháves?