SONSOLES ESPINOSA CANTA EN EL CORO DE CARMEN VESTIDA DE PIJAMA. EL PROTOCOLO DE LAS MERETRICES.
En la Carmen de Vicente Aranda, las cigarreras lían puros con las domingas al aire. Y Lilas Pastia, en vez del insalubre posadero de Merimée, se parece a la Lola del bar Alí Baba y los 40 maricones.
María Callas no se habría rebajado a ser coreada por un gineceo de balones de fútbol requintados. Ella cantaba: "L'amour est enfant de Bohême, / il n'a jamails, jamais connu de loi, / si tu ne m'aimes pas, je t'aime, / si je t'aime, prends garde à toi!", y en vez de un navajazo, como se merece la Carmen de Próspero – perdón, feministas: en la tragedia, los personajes siempre se ganan a pulso su destino – daban ganas de ponerle un piso. No debe extrañar que Onassis lo hiciera – perdón otra vez, feministas: la vida imita muchas veces a los cuentos –.
Pero es que Martín Kusej, el enfant terrible de la escena europea, ha convertido a las cigarreras en putas. Así, sin anestesia. "Meretrices", las llama El Mundo, con retranca. Putas, vamos. Todas putas, como el título de aquel libro que escandalizó a María Teresa Fernández de La Vega cuando gobernaba el PP. Tan liberales, ellas. Tan respetuosas con la autonomía del arte.
En la Carmen de Kusej –y no la de Merimée, como decía la copla – todas putas, pero unas más que otras, según manda el jefe de Protocolo que la esposa del presidente se ha llevado a los ensayos del Teatro Châtelet de París. Otras versiones publicadas en la Red indican este jueves que a Sonsoles Espinosa la ha visitado en París su amiga, la diseñadora Elena Benarroch.
Lo de sugerir en vez de exhibir, el símbolo en lugar de la evidencia, la sinestesia en vez de la onomatopeya y otros rasgos de la estética modernista de Bizet no parecen ir con los tiempos y el gusto de los pedagogos e ingenieros sociales de Educación para la Ciudadanía. Entre Nazario y Elena Benarroch, Sonsoles Espinosa se ha unido al coro de las meretrices vestida de pijama azul. Qué detallazo naturalista. Una meretriz en pijama, rodeada de coristas en tanga. ¿Se lo habrá diseñado Benarroch? Interesante enfoque para la guía Educar en Valores, del Ministerio del ramo. A ver, niños: en el puticlub, acordaos siempre de Carmen, y preguntad por la que lleva el pijama. La que mejor canta. El "pájaro rebelde"... "un oiseau rebelle/ que nul ne peut apprivoiser...". Si es que son unos románticos.
Victor Gago.
En la Carmen de Vicente Aranda, las cigarreras lían puros con las domingas al aire. Y Lilas Pastia, en vez del insalubre posadero de Merimée, se parece a la Lola del bar Alí Baba y los 40 maricones.
María Callas no se habría rebajado a ser coreada por un gineceo de balones de fútbol requintados. Ella cantaba: "L'amour est enfant de Bohême, / il n'a jamails, jamais connu de loi, / si tu ne m'aimes pas, je t'aime, / si je t'aime, prends garde à toi!", y en vez de un navajazo, como se merece la Carmen de Próspero – perdón, feministas: en la tragedia, los personajes siempre se ganan a pulso su destino – daban ganas de ponerle un piso. No debe extrañar que Onassis lo hiciera – perdón otra vez, feministas: la vida imita muchas veces a los cuentos –.
Pero es que Martín Kusej, el enfant terrible de la escena europea, ha convertido a las cigarreras en putas. Así, sin anestesia. "Meretrices", las llama El Mundo, con retranca. Putas, vamos. Todas putas, como el título de aquel libro que escandalizó a María Teresa Fernández de La Vega cuando gobernaba el PP. Tan liberales, ellas. Tan respetuosas con la autonomía del arte.
En la Carmen de Kusej –y no la de Merimée, como decía la copla – todas putas, pero unas más que otras, según manda el jefe de Protocolo que la esposa del presidente se ha llevado a los ensayos del Teatro Châtelet de París. Otras versiones publicadas en la Red indican este jueves que a Sonsoles Espinosa la ha visitado en París su amiga, la diseñadora Elena Benarroch.
Lo de sugerir en vez de exhibir, el símbolo en lugar de la evidencia, la sinestesia en vez de la onomatopeya y otros rasgos de la estética modernista de Bizet no parecen ir con los tiempos y el gusto de los pedagogos e ingenieros sociales de Educación para la Ciudadanía. Entre Nazario y Elena Benarroch, Sonsoles Espinosa se ha unido al coro de las meretrices vestida de pijama azul. Qué detallazo naturalista. Una meretriz en pijama, rodeada de coristas en tanga. ¿Se lo habrá diseñado Benarroch? Interesante enfoque para la guía Educar en Valores, del Ministerio del ramo. A ver, niños: en el puticlub, acordaos siempre de Carmen, y preguntad por la que lleva el pijama. La que mejor canta. El "pájaro rebelde"... "un oiseau rebelle/ que nul ne peut apprivoiser...". Si es que son unos románticos.
Victor Gago.
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