EL RELEVO DEL ALMIRANTE TORRENTE ALIVIA LAS RELACIONES DE LAS FUERZAS ARMADAS CON EEUU PERO NO HAY AVANCES EN EL TRATO A LA INDUSTRIA MILITAR ESPAÑOLA.
El nombramiento de Luís Manuel Cuesta como nuevo secretario general de Política de Defensa (Segenpol), en sustitución del almirante Francisco Torrente, ha permitido algunos avances en las relaciones con los norteamericanos. En cambio, la industria militar española sigue encontrando dificultades para exportar a los Estados Unidos.
Analistas militares consultados han asegurado que el cambio de Segenpol ha beneficiado las relaciones hispano-norteamericanas. Sin embargo, afirman, queda “un largo camino que recuperar” en el trato que se está dispensando a la industria militar española, por ejemplo.
De forma esquemática, la valoración que se realiza es la siguiente:
· El anterior Segenpol se había mostrado reacio a algunos de los acuerdos firmados recientemente con los Estados Unidos. La llegada de Luís Manuel Cuesta ha facilitado, por ejemplo, la presencia en España de la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea (AFOSI) y del Servicio de Investigación Criminal Naval (NCIS) de Estados Unidos para las bases de Morón y Rota. Su misión es investigar amenazas terroristas.
· Pese a lo anterior, se destaca que la cooperación entre los distintos ejércitos no se ha visto perjudicada tras el cambio de gobierno. Hay que recordar, por ejemplo, las maniobras de la Fragata Álvaro de Bazán para probar el sistema de armas del Aegis, cuando estaba José Bono al frente del Ministerio de Defensa.
· Cuesta se ha puesto manos a la obra nada más ocupar el cargo tras su nombramiento, aprobado en el Consejo de Ministros del pasado 19 de enero. Su condición de diplomático está teniendo consecuencias muy positivas para su trabajo. Los ‘contactos’ son ahora “más ágiles”, se afirma.
· La asignatura pendiente del Segenpol está siendo, sin embargo, el trato a los productos tecnológicos de la industria española que está dando el Gobierno Bush. No ha habido avances en este sentido, ni en la etapa de Torrente ni con la llegada de Cuesta.
· En el apartado político, el Gobierno de España continúa sin tener el suficiente protagonismo: los enviados de José Antonio Alonso no están tomando parte en la toma de decisiones, por ejemplo, a la hora de diseñar operaciones, ni en el reparto de cargas en las misiones internacionales en las que coinciden militares de ambas nacionalidades: “la peor parte le toca ahora a España”, se afirma.
Hasta su nombramiento como secretario general de Política de Defensa, Luís Manuel Cuesta Civís era asesor para Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, cargo que ocupaba desde agosto de 2005. Anteriormente había desempeñado diversos trabajos en la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Nueva York, y en las Embajadas de España en Colombia e Italia.
El almirante general Francisco José Torrente Sánchez solicitó ser sustituido en el cargo “por motivos personales”.
Hace 15 años
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