JOSÉ BONO, EL "PARACA".-

Creo que este será mi último post dentro de los límites cronológicos de la presente campaña electoral, aunque nunca se sabe. Por si acaso, quiero dedicarlo a desmontar la principal sandez que se dirige contra la candidata del Partido Popular en Castilla-La Mancha, Maria Dolores Cospedal (le quito el "de", Sra. Cospedal, lo que vale para Polanco debe valer para usted también, vea el post anterior), a saber: que viene "de fuera" e impuesta por la dirección nacional de su partido.Que viene "de fuera", en boca de los ecuménicos y cosmopolitas detractores de la candidata, significa ni más ni menos que viene de Madrid. Pero el grado de estupidez al que ha llegado el autonomismo paletoide y ultraprovinciano (tengo que estar un tiempo sin entrar en El Plural.com, Enrique Sopena me ha pegado el "ultra") llega hasta el extremo de trazar fronteras aún en la submeseta sur y de trocear el río Tajo dependiendo de los diversos "estados" por los que transcurre (Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura y Portugal).
Pues bien, hagamos un poco de memoria "histérica", esa que nos viene dada por las hemerotecas: en los años setenta, un joven y prometedor abogado de nombre José Bono, natural de Albacete pero afincado en Madrid, donde había cursado estudios de ICADE, militaba en un pequeño partido llamado Partido Socialista Popular (hoy ese nombre provocaría incredulidad entre los jovenzuelos logseros que, pese a ignorar lo que es un oxímoron, lo considerarían de inmediato como tal), fundado por D. Enrique Tierno Galván. Una vez devorado por el PSOE en 1979, consiguió un acta de diputado en las Cortes en la primera legislatura de la democracia, y repitió como candidato al Congreso de los Diputados obteniendo su escaño el año de la histórica victoria del PSOE, aquél 28 de Octubre de 1982.
Mientras tanto, se iban dando los pasos para poner en marcha la autonomía castellano-manchega, y una vez aprobado el Estatuto de la misma, se convocaron las primeras elecciones autonómicas en 1983. Los socialistas manchegos habían elegido democráticamente como candidato a la presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a D. Jesús Fuentes Lázaro, que era entonces el tercer presidente preautonómico de la Comunidad, tras los mandatos de Antonio Fernández Galiano, de 1978 a 1982, de la UCD, y de Gonzalo Payo Subiza, durante los escasos meses de 1982 que precedieron a la victoria socialista en las elecciones generales. A raíz de la misma, ya fué nombrado Fuentes como Presidente.
Fué entonces cuando el todopoderoso Alfonso Guerra, bajo cuya tutela se había cobijado el joven Bono, decidió mediante imperativo "legal" que el candidato a la presidencia de Castilla-La Mancha no sería Jesús Fuentes, sino su pupilo, viniendo impuesta por tanto su candidatura desde Madrid. El primer presidente electo y democrático de la región llegó así desde "fuera", desde el "misterioso más allá".
Al parecer, según la lógica que los ultrapaletoides (¡otra vez Sopena, leches!) de boina a rosca pretenden aplicar a Cospedal, el hecho de haber nacido en una localidad de la provincia de Albacete, al igual que José Bono, no es suficiente. El "horrible crimen" de haber ido a estudiar a Madrid (sobre todo en una época en la que no existía universidad regional) y haber iniciado una carrera política allí, incapacita radicalmente a cualquier persona para presidir Castilla-La Mancha, lo cual valía igualmente para José Bono cuando fué elegido primer presidente democrático de la región.
Una vez que la memoria "histérica" deja en evidencia este pueblerinismo manchego, pues el mesías regional llegó como un "paraca" más de los que tanto gustan criticar, queda más patente la enorme falacia del argumento. A esto hay que añadir que Cospedal viene de demostrar una capacitación como abogada del estado y una gestión al frente de los cargos que ha ocupado que dejan a Barreda muy, muy pequeñito, por lo que por primera vez desde hace muchos años los castellano-manchegos tienen una verdadera opción alternativa por la que apostar, ya que por si todo lo anterior fuera poco, esta vez la candidata ha tomado también las riendas del Partido Popular en Castilla-La Mancha y parece estar acabando con los clanes caciquiles que desde siempre lo han mantenido en la oposición a un Bono del que quizás llegaron a ser los primeros "clientes".
Y si Cospedal no gana, se quedará para ganar dentro de cuatro años. Lo verán muy pronto.

Alejandro Campoy.