viernes, 29 de junio de 2007

LIBANO: RAZONES Y EXPLICACIONES.-

ATENTADO EN EL LIBANO. ¿POR QUE?
Un violento atentado, seis soldados españoles muertos y numerosas preguntas en el aire. ¿Se temía un atentado de estas características contra fuerzas de la UNIFIL II? ¿Alguien escuchó las voces de expertos y de gobiernos que alertaban sobre la posibilidad de un ataque terrorista contra los cascos azules? ¿Por qué el jefe del contingente de la ONU, el general Claudio Graziano, afirma que le ha pillado por sorpresa? ¿Se ha escogido con intencionalidad a España como primer blanco? ¿La elección de nuestras tropas como objetivo terrorista ha tenido motivos políticos? ¿Se ha querido probar la resistencia de nuestro Gobierno tras salir corriendo de Irak? ¿Se trata de un episodio aislado? ¿Es la primera señal de una nueva y sangrienta oleada de violencia en la región? ¿Quién está detrás del ataque terrorista: Hezbolá, Damasco, Al-Qaeda...? ¿Se reforzará el mandato de la ONU? ¿Tomarán algún tipo de medidas las demás tropas de la UNIFIL II desplazadas en la zona? ¿Qué va a hacer la denominada comunidad internacional? ¿Piensa hacer algo el Gobierno español?
Se intuyen algunas respuestas, pero la incertidumbre sobre lo que puede ocurrir a partir de ahora en el Líbano da miedo. Lo poco que está claro hasta el momento es la cadena de errores del Gobierno español desde que decidió mandar tropas españolas al país de los cedros. A veces hay que recordar lo más obvio. Porque hay interesados en no recordar lo indiscutible. Porque se cumplieron los peores pronósticos.
Fue un error de ZP decidir enviar las tropas antes incluso de que hubiera una resolución de la ONU. Fue un error porque el motivo que alegó ZP para semejante locura fue únicamente su deseo de frenar la desproporcionalidad de Israel. Fue un error porque quiso lavar su imagen en el exterior poniendo en peligro a las tropas españolas. Fue un error que ZP no se presentara personalmente en el Congreso de los Diputados para dar la cara y, por el contrario, se escondiera tras su escudero Alonso. Fue un error enviar una misión sin misión.
Desde el primer momento se gestionó desastrosamente mal el despliegue de nuestros militares. Se les envió sin la suficiente seguridad a una zona altamente peligrosa para llevar a cabo una misión imposible. Se ocultó el riesgo al que han estado y están expuestos, y se sigue negando. Y si sale mal ¿por qué no descargar la culpa en los mandos militares?
Esa extraña, injustificada e irrealista confianza de Rodríguez Zapatero y de algunos europeos en Naciones Unidas como la única solución para el Líbano seguirá pasando factura. Están jugando con fuego, pero con fuego real.
GEES Libertad Digital

LÍBANO: ¿Y AHORA QUÉ? (I). EL CONTEXTO ACTUAL
1.- LA CRISIS POLÍTICA EN EL LÍBANO CONTINUA SIN RESOLVERSE Y TIENDE A AGUDIZARSE: Las facciones pro y anti sirias siguen enfrentadas, el sistema institucional paralizado, y las rivalidades sectario-religiosas no han hecho sino aumentar en los últimos meses. Esta crisis no hará sino agudizarse de aquí a las elecciones presidenciales del próximo mes de septiembre. El actual presidente, Emile Lahoud, pro sirio se enfrentará con toda probabilidad a J. Abdo, antiguo director de la inteligencia libanesa, colaborador cercano a Hariri y claramente en el campo anti-sirio. Está por ver que el régimen de Damasco consiente en perder a su hombre al frente de la presidencia del Líbano.
2.- SIRIA ES UN ELEMENTO DE CRECIENTE COMPLICACIÓN TANTO EN EL PANORAMA POLÍTICO COMO EN EL DE SEGURIDAD. Su primer objetivo es impedir que la investigación por el asesinato de Hariri llegue a implicar a personas del régimen próximas a Bashar el Assad, si no a é mismo. Pero al mismo tiempo Damasco aspira a romper el aislamiento internacional en el que ha estado colocada en los últimos años y en particular desde su salida forzada del Líbano. Esta dualidad explica algunas de los cursos de acción que Damasco está adoptando en paralelo hacia el Líbano, Israel, Irak e Irán.
Por ejemplo, el despliegue militar que está teniendo lugar desde hace tres meses se interpreta en Tel Aviv como un despliegue ofensivo, de preparación para un ataque sobre Israel. No obstante, todo apunta que Tel Aviv y Damasco están seriamente comprometidos en un diálogo sobre una futura devolución de los altos del Golam. De la misma forma, Siria parece estar vendiendo a los americanos que podrían poner coto a Hizboláh si recibieran seguridades sobre el tribunal del caso Hariri, pero no dejan de enviar ayuda a sus milicias a través de la frontera.
Igualmente, los responsables sirios están dando muestras de preocupación ante un posible diálogo entre los Estados Unidos e Irán, pues temen que una de las condiciones de un posible acuerdo pase sacar a Hizboláh de su círculo de decisión completamente y supeditar a dicha organización a la táctica o compromisos de Teherán. Es así como cobra sentido el impulso dado por Siria a facciones palestinas en los últimos meses, así como la ayuda prestada a grupos vinculados o en la órbita de Al Qaeda, como Fatal al Islam.
3.- EL DETERIORO DE LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD ES EVIDENTE Y POSIBLEMENTE IMPARABLE. En el último mes hemos asistido a un recrudecimiento de la violencia sectaria y de los ataques terroristas en el norte del país, en Beirut y ahora en el sur del Líbano.
Hay que recordar, por ejemplo, que el primer estallido arranca con las acciones de los terroristas de fatal al Islam en el campo de refugiados de Nahr al-Bared y más tarde en el de Ein al-Hilweh por los afiliados a otro grupo en la órbita de la jihad internacional, Ansar al-Islam. Tanto las fuerzas de seguridad como el ejército libanés se han mostrado incapaces de eliminar a los terroristas y todo lo que se ha conseguido durante un mes largo de combates es eliminar a unos pocos y ahuyentar temporalmente a los más.
En segundo lugar, en este mes de junio han tenido lugar solamente en Beirut seis explosiones por coche bomba (el más llamativo con el asesinato de Salid Eido).
Tercero, las autoridades libanesas han dado a conocer diversos planes frustrados para atentar a gran escala en el Líbano (uno de ellos ideaba un ataque simultáneo al aeropuerto internacional, diversas sedes gubernamentales y otros objetivos como el túnel de Shekka).
Por último, el sur del Líbano ha visto aumentar la presencia de elementos islamistas vinculados a diversas siglas de la jihad, especialmente del grupo denominado Jihad Global, pero, según fuentes de inteligencia, también de Fatal al-Islam.
Siria ha negado estar detrás de todas estas manifestaciones, pero es evidente que todo parece responder a su objetivo de desestabilizar al gobierno y al Líbano. Las investigación es de los atentados en Beirut apuntan por sus métodos y componentes a Damasco claramente y las conexiones de Siria con los grupos terroristas como Fatal al-Islam son también conocidas (su principal líder, Sukri al-Absi estuvo dos años bajo control de Damasco y se le ha afiliado con Al Zarqawi). Es sabido que al-Asi contó con dos campos de entrenamiento para terroristas en el interior de Siria antes de desplegarse en el Líbano.
4.- LA INCERTIDUMBRE ISRAELÍ. El domingo 17 de este mes de junio, Israel sufrió un ataque de dos cohetes katiuskas desde suelo del Líbano (en concreto, desde terreno controlado por la UNIFIL y el contingente español). El ataque fue condenado por Hizboláh y asumido por un grupo hasta ese momento desconocido, la Brigada Jihad Badr. Las autoridades israelíes no han respondido a ese ataque porque consideran que cualquier reacción por su parte comprometería seriamente la frágil situación del gobierno del primer ministro Siniora en Beirut, asediado por Hizboláh y Siria.
No obstante, la entrada de Ehud Barak en el ministerio de defensa, además de otorgar un balón de oxígeno al impopular actual gobierno de Olmert, ha tenido un efecto psicológico muy importante para la IDF: ha servido para restaurar su credibilidad, en la medida en que Barak es un militar experimentado. Esto refuerza la creencia de que todos los planes de contingencia que se puedan estar preparando, serán vistos con mayor seriedad y evaluado operacionalmente según la lógica estratégica-militar y no por consideraciones de táctica política.
Por otro lado, la debilidad de Olmert paradójicamente, puede llevarle a pensar que una acción bélica “exitosa” es lo único que podría compensar su desastrosa gestión de la última guerra del Líbano.
Cabe pensar que con Barak al frente, el debate interno en la IDF sobre cómo combatir y vencer a Hizboláh, conduzca a la conclusión (que ya se ha manifestado en el curso de las investigaciones de la comisión Winograd) de que una victoria en el Líbano pasa inexorablemente por un a victoria sobre los auténticos “mastermind”, es decir, sobre Siria. Al fin y al cabo, una guerra con Siria le sería más senilla de ejecutar a la IDF porque respondería a los parámetros de guerra convencional a la que están acostumbrados.
En cualquier caso, esto no quiere decir, que si se llegara a una negociación con Damasco sobre el Golam, la IDF no asumiera la necesidad de luchar contra Hizboláh de nuevo si fuera necesario. Hay que recordar que para la comunidad estratégica israelí la causa última de la guerra del pasado verano –la falta de desarme de la milicia shiita- no han desaparecido).
NUESTRO DESPLIEGUE.
1.- ESPAÑA DESPLEGÓ SUS TROPAS EN LA FINUL REFORZADA POR PURAS CONSIDERACIONES DE OPORTUNIDAD POLÍTICA. Hay que recordar la condena del gobierno a Israel por lo que juzgó una respuesta desproporcionada y su compromiso con cualquier alto el fuego lo antes posible, independientemente de que Israel hubiera logrado sus objetivos o de que Hizboláh hubiera sido derrotada.
La decisión del gobierno socialista fue prematura, ofreciendo nuestras tropas antes de que se supiera qué otros aliados iban a contribuir, la misión a cumplir o sus términos.
El envío del destacamento español fue explotado políticamente en la tónica habitual de presentarlo como un despliegue de paz frente a la supuesta participación del anterior gobierno en la guerra de Irak.
No obstante, las aspiraciones militares de contar con una participación destacada a nivel de mando, no se vieron debidamente satisfechas. El sector asignado es el que nadie quería y comandamos una auténtica torre de babel de militares provenientes de entornos culturales muy distintos.
2.- EL DESPLIEGUE SE REALIZÓ BAJO EL MANTO DE LA ONU AL AMPARO DE LA RESOLUCIÓN 1701 CUYO MANDATO ESTABLECÍA CLARAMENTE DOS MISIONES ESENCIALES PARA LA FINUL: ASISTIR AL EJÉRCITO LIBANÉS EN EL DESARME DE LAS MILICIAS TERRORISTAS (HIZBOLÁH) E IMPONER UN EMBARGO DE ARMAS PARA EVITAR EL REARME DE LAS MISMAS.
Pues bien, ninguna de esas dos misiones se ha realizado con éxito. Las tropas han llegado a un entendimiento con los milicianos por el que se evitan las confrontaciones por ambas partes. Mientras no se produzcan acciones de Hizboláh públicamente, no se tocará su infraestructura. Y el grueso de sus actividades es la desactivación de explosivos no detonados. También a la cooperación a la reconstrucción de infraestructura varia y ayuda humanitaria (servicios médicos esencialmente).
3.- EL DESPLIEGUE SE HA CONSIDERADO QUE SE BENEFICIABA DE UN ENTORNO BENIGNO Y NO HOSTIL. En primer lugar, desde la óptica política, la ayuda humanitaria no haría más que ganarse a la población shiita de la zona. Estratégicamente, en la medida en que no se impedían las actividades de Hizboláh, este grupo no tenía nada que perder, todo lo contrario, de la presencia de las tropas de la FINUL puesto que en realidad hacía más compleja otra intervención militar israelí en la zona.
Militarmente, la atención concedida a Hizboláh ha podido llevar a que se perdiera de vista el nacimiento de nuevas amenazas no vinculadas necesariamente a este grupo y sus milicias. De hecho, las autoridades militares de FINUL y las españolas han coincidido en fechas muy recientes de que el nivel de alerta no debía aumentarse porque no existía evidencia alguna de su necesidad. Por ejemplo, en contra de lo que ya en diciembre advirtió el director de investigación de la inteligencia militar israelí, el Gral. Yossi Baidatz sobre la creciente presencia de elementos de Fatal Al Islam al sur del río Litani y su intención de atacar a la FINUL, el actual comandante de esta fuerza de la ONU, el italiano Claudio Graciano, declaraba al periódico Jerusalén Post, hace tres semanas “tomamos precauciones de manera rutinaria, pero no porque exista una amenaza específica contra nosotros”.
Es posible que esta evaluación incorrecta de la amenaza pudiera explicar, que no justificar, la ausencia de medios, como los inhibidores, entre nuestras tropas.
4.- QUE LA SITUACIÓN EMPEORE O MEJORE DEPENDE DE FUERZAS QUE LA UNIFIL O NUESTRAS TROPAS NO CONTROLAN. Es sintomático que la ayuda buscada por nuestro ministro de exteriores para esclarecer el ataque del pasado domingo pase por hablar con Teherán.
El ataque, si finalmente está vinculado a un grupo asociado a Al Qaeda (que es la explicación oficial de momento) supone que se ha cruzado una línea roja puesta por la propia Hizboláh: no agredir a las tropas internacionales. Pero como es sabido, la agenda de Al Qaeda no coincide necesariamente con la de Hizboláh, como tampoco coincide siempre la de ésta con la Siria. Hasta qué punto ha habido una penetración del islamismo jihadista fuera del control de Hizboláh es una cuestión abierta. En el norte del Líbano, parece seguro de que es así; en el sur puede que tamben lo sea, pero no se puede decir a ciencia cierta. Pero si lo es, es seguro que habrá más atentados como el que han sufrido nuestros soldados.
Independientemente, si Hizboláh siente que Siria e Israel pudieran llegar a algún tipo de acuerdo sobre el Golam que pasase por su desarme o marginación, podría intentar adelantarse y frustrarlo mediante la reanudación de sus ataques con cohetes de medio alcance contra suelo israelí. La mayoría de estos cohetes tendrían que ser lanzados desde la zona de operaciones de la FINUL y desde instalaciones civiles (escuelas o casas). Si Israel respondiera, nuestras tropas habrían quedado atrapadas entre dos fuegos y en plena zona de combate. Si Israel respondiera por encima de los cascos azules, dependiendo del resultado las milicias de Hizboláh podrían pasar a la acción contra la FINUL en un intento de internacionalizar el conflicto y llegar cuanto antes a un nuevo cese de hostilidades.
5.- SIN UN CAMBIO EN LAS REGLAS DE ACTUACIÓN, NUESTROS SOLDADOS ESTÁN ALTAMENTE EXPUESTOS, YA QUE SÓLO DEBEN RESPONDER AL FUEGO ENEMIGO, NO ANTICIPARSE AL MISMO. Es obvio que el derecho a la autoprotección debe interpretarse de manera muy distinta en ambientes benignos a en ambientes hostiles. Así, por ejemplo, los inhibidores de frecuencia podrían haber frustrado este ataque y es deplorable que nuestros militares no cuenten con los medios adecuados para su protección. Pero en todo caso hay que ser conscientes de que en un entorno hostil nunca se puede ofrecer una seguridad total ni en todo momento a nadie. No habrá medio técnico que no pueda ser sobrepasado por alguna contramedida o táctica si los terroristas se empeñan en ello. De ahí que los procedimientos y reglas de enfrentamiento sean la clave para garantizar un poder de disuasión que hoy por hoy nuestros cascos azules no tienen.
QUÉ PENSAR AHORA.
1.- Sin una reacción por parte de nuestras tropas, el contingente español en la FINUL será visto como un objetivo al que se puede atacar sin apenas riesgos. La inacción, en este caso, aumenta su vulnerabilidad.
2.- Como se ha señalado más arriba, las medidas de defensa pasiva nunca serán suficientes para asegurar una protección total en un teatro que no se domina.
3.- Con todo, se debe evitar la tentación de retirar nuestras tropas del Líbano. Una decisión en ese sentido acabaría con la poca credibilidad internacional que le queda a España en el exterior. Será una acción insolidaria con el resto de las fuerzas, dañaría a la ONU y, aún peor, alimentaría una percepción de victoria en el enemigo de efectos muy negativos. Es el momento de aguantar.
4.- Ahora bien, es responsabilidad del gobierno explicar ahora no sólo las condiciones de desarrollo de la misión, sino por qué hemos sido objeto de este ataque. Esclarecer la autoría es muy relevante, pero si se mantiene la tesis, como se está haciendo, de que Hizboláh no ha tenido nada que ver y que todo responde a elementos vinculados al jihadismo y Al Qaeda, el gobierno deber dar una explicación de por qué hemos sido objeto de este nuevo ataque. Irak y el pro-americanismo de Aznár ya no sirven para esto.
5.- El gobierno tiene que explicar por qué la muerte de estos seis soldados impide el refuerzo de la misión en Afganistán, puesto que esto solo se debe a una decisión política. Paralizar la misión de entrenamiento de las fuerzas de seguridad y el ejército afgano por el temor a un aumento del riesgo sobre nuestras tropas sólo pone en evidencia el desapego del gobierno actual respecto a los objetivos de la misión en ese teatro de operaciones, así como su temor a verse descubierto, a través de una nueva desgracia, por un entorno que no e tan benigno como se quiere vender.
6.- Los intentos de cargar la responsabilidad sobre la cúpula militar no dejan de resultar patéticos. Si las fuerzas armadas no disponen de mejor material en sus operaciones es debido a la visión que Rodríguez Zapatero tiene de las mismas y sus tareas y de su particular aversión a todo cuanto tenga que ver con el uso de la fuerza o el combate.
EN CONCLUSIÓN.
1.- El gobierno socialista ha usado a nuestros militares por razones de conveniencia política sin ningún reparo. El caso del despliegue en el Líbano no se escapa a esta lógica. El por qué del despliegue español allí se explica por todo tipo de razones que nada tienen que ver con la situación sobre el terreno.
2.- El riesgo para nuestros soldados tenderá a aumentar en la medida en que la situación en el Líbano empeora o se complique el entorno regional. No habrá medidas de autoprotección que puedan evitarlo.
3.- El gobierno ha colocado a nuestras tropas en una posición imposible: aguantar en una misión de dudosa eficacia estratégica o retirarse perdiendo toda credibilidad.
4.- El gobierno debería ser plenamente consciente de que su modelo de despliegue en el exterior ha quedado caduco para el nuevo entorno estratégico en el que se tienen que mover nuestras tropas. Apostar por un contingente de la ONU, organización que no ha tenido nunca éxito más allá de las tareas de observación, en entornos no consensuados entre las partes o no benignos, es un auténtico suicidio; el típico contingente basado en blindados BMR, sin apenas protección ni elementos tecnológicos avanzados, dependientes del esfuerzo humano intensivo de paracaidistas, legionarios e infantes de marina, también se ha acabado. Seguir con el mismo esquema es condenar a nuestras fuerzas a un riesgo innecesario.
Rafael L. Bardají.

No hay comentarios:

http://diarionacional-jirosende.blogspot.com/google772cd135feb3b93c.html http://diarionacional-jirosende.blogspot.com/robots.txt Search Engine Submission - AddMe