BONILLA VIAJA A LA ÉPOCA DORADA DE LA COSTA DEL SOL. EL ESCRITOR RECUERDA EL ORIGEN, EVOLUCIÓN Y DECADENCIA DE LA ZONA EN SU NUEVO LIBRO.
Del sueño a la pesadilla. Esta frase resume, a grandes rasgos, la historia de la Costa del Sol, según recuerda el escritor Juan Bonilla, quien ahora repasa los 30 años de la edad de oro de la zona en “La Costa del Sol en la hora pop” (Fundación Lara). «Todo comenzó con un personaje fascinante como fue Ricardo Soriano, quien al descubrir Marbella pensó que el sosiego de la zona le podía venir bien a los aristócratas europeos así como a su bolsillo», recordó ayer el escritor afincando en Málaga.Sin embargo, la entrada en el proyecto de Alfonso de Hohenlohe hizo que el sueño se convirtiera en un gran negocio. «A mí lo que me interesaba era lo que hay por debajo de los grandes titulares. Y es que esta costa se convirtió en una zona transitada por aristócratas, nazis que se esconden al amparo del régimen y a los que luego se unirían los hippies. Y esa manada de gente trae aparejada otra manada de pícaros», destacó Bonilla, que repasa toda la época en un libro en el que mezcla el ensayo y el reportaje periodístico con otros géneros literarios. No en vano, del año 1943 a la década de los 60, la Costa del Sol fue la sede permanente de una gran fiesta, «que se bifurca y afecta a distintas disciplinas, como es el caso de la arquitectura». Sin olvidar el libertinaje que se vivió, «que no existía en el resto de Europa, pese a la idea que tenía el régimen franquista, salvo el Londres de los años 60», matizó el autor.El boca a boca fue el que comenzó a atraer a todo tipo de personajes a la Costa del Sol, como Edgar Neville, Jean Cocteau u Orson Welles. Pero la crisis del petróleo de 1973 inició la decadencia de la zona hasta convertirla en lo que es hoy en día, época que Bonilla da por sabida. «La Costa del Sol vendió su alma, y esto es como la virginidad, por lo que creo que volver a vivir el espíritu de esa época dorada es muy complicado», concluyó el escritor.
Ester Requena.
Del sueño a la pesadilla. Esta frase resume, a grandes rasgos, la historia de la Costa del Sol, según recuerda el escritor Juan Bonilla, quien ahora repasa los 30 años de la edad de oro de la zona en “La Costa del Sol en la hora pop” (Fundación Lara). «Todo comenzó con un personaje fascinante como fue Ricardo Soriano, quien al descubrir Marbella pensó que el sosiego de la zona le podía venir bien a los aristócratas europeos así como a su bolsillo», recordó ayer el escritor afincando en Málaga.Sin embargo, la entrada en el proyecto de Alfonso de Hohenlohe hizo que el sueño se convirtiera en un gran negocio. «A mí lo que me interesaba era lo que hay por debajo de los grandes titulares. Y es que esta costa se convirtió en una zona transitada por aristócratas, nazis que se esconden al amparo del régimen y a los que luego se unirían los hippies. Y esa manada de gente trae aparejada otra manada de pícaros», destacó Bonilla, que repasa toda la época en un libro en el que mezcla el ensayo y el reportaje periodístico con otros géneros literarios. No en vano, del año 1943 a la década de los 60, la Costa del Sol fue la sede permanente de una gran fiesta, «que se bifurca y afecta a distintas disciplinas, como es el caso de la arquitectura». Sin olvidar el libertinaje que se vivió, «que no existía en el resto de Europa, pese a la idea que tenía el régimen franquista, salvo el Londres de los años 60», matizó el autor.El boca a boca fue el que comenzó a atraer a todo tipo de personajes a la Costa del Sol, como Edgar Neville, Jean Cocteau u Orson Welles. Pero la crisis del petróleo de 1973 inició la decadencia de la zona hasta convertirla en lo que es hoy en día, época que Bonilla da por sabida. «La Costa del Sol vendió su alma, y esto es como la virginidad, por lo que creo que volver a vivir el espíritu de esa época dorada es muy complicado», concluyó el escritor.
Ester Requena.
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