40.000 personas acompañan a Alinghi en la entrega de la America's Cup.
Alinghi ha logrado vencer en la 32ª America’s Cup y será el defensor de la 33ª edición del trofeo deportivo más antiguo del mundo. Esta es la segunda vez que el sindicato suizo liderado por Ernesto Bertarelli llega a lo más alto. La primera fue el 2 de marzo de 2003, cuando el equipo se convirtió en el primer desafío europeo capaz de vencer en el America’s Cup Match. Hoy, Alinghi ha compartido la alegría de la victoria con las 40.000 personas que han asistido a la ceremonia de entrega de la America’s Cup.
La celebración en la cubierta del SUI 100 comenzó en cuanto sus tripulantes vieron como en el barco del Comité de Regatas se levantaba la bandera azul, la misma que ondeaba en la popa de su barco. Alinghi acababa de anotarse la quinta y última victoria en el duelo definitivo por apenas un segundo, el margen más pequeño de todos los tiempos.
La llegada al Port America’s Cup iba a ser apoteósica. En primer lugar hacia su entrada el aspirante, el ganador de la Louis Vuitton Cup, pero derrotado en el America’s Cup Match, Emirates Team New Zealand. Uno a uno, todos los tripulantes y miembros del equipo de diseño eran animados por el público cuando el NZL 92 pasaba por delante del escenario flotante donde el trofeo esperaba a Alinghi.
El vencedor llegó atravesando una alfombra roja de confeti entre la emoción de sus aficionados. En cuanto el barco estaba amarrado junto al escenario, uno a uno, todos los tripulantes vencedores ascendían, donde eran ovacionados por un público entregado. Ernesto Bertarelli, el Presidente y estratega de Alinghi, agradecía a Valencia su acogida desde que el 26 de noviembre fuera elegida Ciudad Sede de la 32ª America’s Cup: “¡Muchas gracias Valencia, muchas, muchas gracias!”, decía en castellano. Después, el comodoro la Société Nautique de Genève (el club náutico defensor), Pierre Yves Firmenich, le ha hecho entrega de la America’s Cup, junto al presidente de la 32ª America’s Cup, Michel Bonnefous.
Ernesto Bertarelli describía el valor del éxito logrado: “Esta victoria es mucho más grande y mejor que la anterior. Ha sido mucho, mucho más difícil de lo que nunca imaginé. He aprendido más sobre la America’s Cup en los últimos 10 días que en los siete años anteriores. Después del nacimiento de mis dos hijos, es el momento más feliz de mi vida”.
Brad Butterworth siempre ha afirmado que la 32ª America’s Cup era una regata de diseño naval y hoy, una vez más, los periodistas se lo han preguntado: “Sí. En la salida, han podido ver que Ed era capaz de navegar muy cerca del otro barco en una posición de desventaja. Si puedes hacer eso, es que tu barco es un poco más rápido. Creo que éramos un poco más rápidos en ceñidas y en popas. No era siempre evidente, pero siempre estaba ahí. Ha sido muy difícil para los rivales derrotarnos”.
Grant Dalton, director general y líder de Emirates Team New Zealand, ha expresado la decepción de su equipo y ha reconocido que Alinghi ha navegado mejor: “Nuestros hombres han hecho un trabajo impresionante y ahora están muy decepcionados, han sido cuatro años muy largos. Estoy muy orgulloso de ellos, pero Alinghi lo ha hecho mejor. Disfrutamos en la Louis Vuitton Cup, pero sabíamos que sólo era un paso hacia la America’s Cup. No hemos venido a participar, vinimos para ganar y no lo hemos conseguido. Ahora debemos reagruparnos y ver qué nos depara el futuro”.
La Société Nautique de Genève ya ha firmado el protocolo de la próxima edición de la America’s Cup con un desafío que pasa a ser el Challenger of Record. Los detalles del acuerdo serán revelados el jueves.
¡Alinghi gana la regata definitiva por 1 segundo!
La séptima regata del America’s Cup Match by Louis Vuitton se iba a disputar con los vientos más potentes desde que el pasado 23 de junio diera comienzo el duelo definitivo. El viento térmico despertaba desde el Sureste y alcanzaba picos de 18 nudos. La regata iba a ser la más intensa y emocionante de cuantas se han disputado en la 32ª America’s Cup. Ambos equipos utilizarían todas las armas en su poder para atacar y defenderse. Alinghi lograba montar por delante la primera boya gracias a hacerse con la posición de sotavento en el último bordo para orzar hasta en dos ocasiones al barco kiwi. Los neozelandeses les pasaban llegando a la puerta de sotavento, y justo antes de llegar a la última boya, se producía la maniobra que ha decidido la 32ª America’s Cup.
En un final de regata que ya ha pasado a la historia, Alinghi veía cómo los kiwis le pasaban a escasos 100 metros de la llegada. El viento caía, los neozelandeses iniciaban la maniobra para cumplir la penalización. Alinghi llegaba con velocidad por detrás… 3 segundos…2 segundos…1 segundo. ¡Alinghi ha ganado la última regata del America’s Cup Match por 1 segundo!
Salto en el tiempo.
Lo primero que te llama la atención es la elegancia de su silueta. Su bajo francobordo, con dos mástiles ligeramente inclinados hacia atrás, sencillamente transmite velocidad. Basta subir a bordo en un día de viento, izar las velas, y esa promesa de velocidad queda cumplida. Avanza rápida sobre el agua, ciñendo con potencia, y el agua que levanta su proa te salpica en la cara. Puedes cerrar los ojos e imaginar que saltas en el tiempo, navegando en otra época, en otro lugar…
El 22 de agosto de 1851, la goleta América derrotó a lo mejor de la flota británica en una regata alrededor de la isla de Wight, inspirando la que se denominaría America’s Cup. Su diseño avanzado impresionaba por su velocidad y elegancia. La América fue destruida en 1942, cuando el techo del astillero de Anápolis en el que descansaba le cayó encima por culpa de la nieve. Su viejo casco no aguantó la embestida, y los restos fueron desguazados tres años más tarde. Apenas ha quedado nada de la original.
Pero en 1967, los astilleros Goudy & Stephen de Maine construían una fiel réplica de la América, una maravilla que ayer entraba en el Port America’s Cup, donde permanecerá hasta el final del America’s Cup Match.
Con su eslora de 40 metros, y sus 520 metros cuadrados de velamen, esta América conserva la chimenea y el barómetro originales de 1851. Pero quizás lo más importante sea ese espíritu de la América, esa búsqueda de la excelencia que hoy continúa siendo el corazón de la America’s Cup.
Alinghi ha logrado vencer en la 32ª America’s Cup y será el defensor de la 33ª edición del trofeo deportivo más antiguo del mundo. Esta es la segunda vez que el sindicato suizo liderado por Ernesto Bertarelli llega a lo más alto. La primera fue el 2 de marzo de 2003, cuando el equipo se convirtió en el primer desafío europeo capaz de vencer en el America’s Cup Match. Hoy, Alinghi ha compartido la alegría de la victoria con las 40.000 personas que han asistido a la ceremonia de entrega de la America’s Cup.
La celebración en la cubierta del SUI 100 comenzó en cuanto sus tripulantes vieron como en el barco del Comité de Regatas se levantaba la bandera azul, la misma que ondeaba en la popa de su barco. Alinghi acababa de anotarse la quinta y última victoria en el duelo definitivo por apenas un segundo, el margen más pequeño de todos los tiempos.
La llegada al Port America’s Cup iba a ser apoteósica. En primer lugar hacia su entrada el aspirante, el ganador de la Louis Vuitton Cup, pero derrotado en el America’s Cup Match, Emirates Team New Zealand. Uno a uno, todos los tripulantes y miembros del equipo de diseño eran animados por el público cuando el NZL 92 pasaba por delante del escenario flotante donde el trofeo esperaba a Alinghi.
El vencedor llegó atravesando una alfombra roja de confeti entre la emoción de sus aficionados. En cuanto el barco estaba amarrado junto al escenario, uno a uno, todos los tripulantes vencedores ascendían, donde eran ovacionados por un público entregado. Ernesto Bertarelli, el Presidente y estratega de Alinghi, agradecía a Valencia su acogida desde que el 26 de noviembre fuera elegida Ciudad Sede de la 32ª America’s Cup: “¡Muchas gracias Valencia, muchas, muchas gracias!”, decía en castellano. Después, el comodoro la Société Nautique de Genève (el club náutico defensor), Pierre Yves Firmenich, le ha hecho entrega de la America’s Cup, junto al presidente de la 32ª America’s Cup, Michel Bonnefous.
Ernesto Bertarelli describía el valor del éxito logrado: “Esta victoria es mucho más grande y mejor que la anterior. Ha sido mucho, mucho más difícil de lo que nunca imaginé. He aprendido más sobre la America’s Cup en los últimos 10 días que en los siete años anteriores. Después del nacimiento de mis dos hijos, es el momento más feliz de mi vida”.
Brad Butterworth siempre ha afirmado que la 32ª America’s Cup era una regata de diseño naval y hoy, una vez más, los periodistas se lo han preguntado: “Sí. En la salida, han podido ver que Ed era capaz de navegar muy cerca del otro barco en una posición de desventaja. Si puedes hacer eso, es que tu barco es un poco más rápido. Creo que éramos un poco más rápidos en ceñidas y en popas. No era siempre evidente, pero siempre estaba ahí. Ha sido muy difícil para los rivales derrotarnos”.
Grant Dalton, director general y líder de Emirates Team New Zealand, ha expresado la decepción de su equipo y ha reconocido que Alinghi ha navegado mejor: “Nuestros hombres han hecho un trabajo impresionante y ahora están muy decepcionados, han sido cuatro años muy largos. Estoy muy orgulloso de ellos, pero Alinghi lo ha hecho mejor. Disfrutamos en la Louis Vuitton Cup, pero sabíamos que sólo era un paso hacia la America’s Cup. No hemos venido a participar, vinimos para ganar y no lo hemos conseguido. Ahora debemos reagruparnos y ver qué nos depara el futuro”.
La Société Nautique de Genève ya ha firmado el protocolo de la próxima edición de la America’s Cup con un desafío que pasa a ser el Challenger of Record. Los detalles del acuerdo serán revelados el jueves.
¡Alinghi gana la regata definitiva por 1 segundo!
La séptima regata del America’s Cup Match by Louis Vuitton se iba a disputar con los vientos más potentes desde que el pasado 23 de junio diera comienzo el duelo definitivo. El viento térmico despertaba desde el Sureste y alcanzaba picos de 18 nudos. La regata iba a ser la más intensa y emocionante de cuantas se han disputado en la 32ª America’s Cup. Ambos equipos utilizarían todas las armas en su poder para atacar y defenderse. Alinghi lograba montar por delante la primera boya gracias a hacerse con la posición de sotavento en el último bordo para orzar hasta en dos ocasiones al barco kiwi. Los neozelandeses les pasaban llegando a la puerta de sotavento, y justo antes de llegar a la última boya, se producía la maniobra que ha decidido la 32ª America’s Cup.
En un final de regata que ya ha pasado a la historia, Alinghi veía cómo los kiwis le pasaban a escasos 100 metros de la llegada. El viento caía, los neozelandeses iniciaban la maniobra para cumplir la penalización. Alinghi llegaba con velocidad por detrás… 3 segundos…2 segundos…1 segundo. ¡Alinghi ha ganado la última regata del America’s Cup Match por 1 segundo!
Salto en el tiempo.
Lo primero que te llama la atención es la elegancia de su silueta. Su bajo francobordo, con dos mástiles ligeramente inclinados hacia atrás, sencillamente transmite velocidad. Basta subir a bordo en un día de viento, izar las velas, y esa promesa de velocidad queda cumplida. Avanza rápida sobre el agua, ciñendo con potencia, y el agua que levanta su proa te salpica en la cara. Puedes cerrar los ojos e imaginar que saltas en el tiempo, navegando en otra época, en otro lugar…
El 22 de agosto de 1851, la goleta América derrotó a lo mejor de la flota británica en una regata alrededor de la isla de Wight, inspirando la que se denominaría America’s Cup. Su diseño avanzado impresionaba por su velocidad y elegancia. La América fue destruida en 1942, cuando el techo del astillero de Anápolis en el que descansaba le cayó encima por culpa de la nieve. Su viejo casco no aguantó la embestida, y los restos fueron desguazados tres años más tarde. Apenas ha quedado nada de la original.
Pero en 1967, los astilleros Goudy & Stephen de Maine construían una fiel réplica de la América, una maravilla que ayer entraba en el Port America’s Cup, donde permanecerá hasta el final del America’s Cup Match.
Con su eslora de 40 metros, y sus 520 metros cuadrados de velamen, esta América conserva la chimenea y el barómetro originales de 1851. Pero quizás lo más importante sea ese espíritu de la América, esa búsqueda de la excelencia que hoy continúa siendo el corazón de la America’s Cup.
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