domingo, 1 de julio de 2007

MOHAMED TOMA PRENDA XI. JULIO.-





IRAN.
En tanto por todo el planeta se oían voces airadas culpando a Israel, de la tragedia iraní, los israelitas – solamente acompañados por los Estados Unidos – juraban en arameo, nunca mejor dicho – que no tenían nada que ver con lo sucedido. Afirmaban que desde Irán se habían disparado unos misiles y que, debido – probablemente – a fallos en el sistema direccional, habían caído dentro del mismo país que lo había lanzado.
Desde gobiernos como el español, se lanzaban reiterados mensajes sobre la necesidad de “ir allí” a socorrer a los iraníes, poniendo el acento en la necesidad de que los americanos – como socios preferentes de Israel – tomasen la iniciativa debido a la cantidad y calidad de medios con los que contaban.
El Presidente Giuliani no lo dudó un momento: afirmo que los ciudadanos de su país, jamás irían a recibir disparos “de bienvenida”, para morir inútilmente frente a unos salvajes, pero que ponía “a la disposición del gobierno español o de la Unión Europea” los medios materiales necesarios. Naturalmente, nadie se movió un metro.
En medio de discusiones bizantinas y paralizantes, Rusia – vecino de Irán – manifestó oficialmente – siempre “tarde” - que los misiles habían sido lanzados desde Irán, lo que cayó como un jarro de agua fría entre los progres de bufanda del mundo entero: se les había terminado el momio, tras la nota oficial del incombustible Putin.
Había fallado el sistema direccional de aproximación de los proyectiles: las prisas por aniquilar a Israel había llevado a los iraníes a utilizar tecnología acústica – similar a la del los torpedos alemanes de la Segunda Guerra Mundial – y al sobrevolar sus grandes ciudades, el sistema – puesto en marcha antes de lo esperado - habían caído y estallado sobre ellas. Irán era un país muerto. Teherán e Esfahan, junto a otras ciudades menores, eran ruinas.
Los Estados Unidos, obligaron a Venezuela a aumentar, hasta el límite, su producción y Chávez – siempre irresponsable – anunció una subida de precios. Los americanos respondieron dando un plazo de setenta y dos horas – lo que una de las Task Forces tardaba en llegar procedente de Canarias - para cumplir con el ultimátum. Como quiera que Venezuela calculó mal, la ciudad de Valencia – casi un millón de habitantes - fue arrasada. Chávez, hubo de inclinar la cerviz, el problema petrolero – con la colaboración de Arabia Saudita, feliz de haberse desembarazado de su oponente chiíta – se había paliado. Era el momento de proceder a descabellar al Gorila Rojo.
CANARIAS.
Entre tanto, la Contralmirante Larrarte comenzó una gira por los puertos y bases bajo sus órdenes y preparaba nuevas misiones de reconocimiento y patrulla.
FOTOGRAFIAS:
1.- La Contralmirante, de paisano, en un momento de descanso. (Foto Ceuta press).
2.- Venezuela, víctima del Gorila Rojo.
3.- Explosión tomada por un avión de reconocimiento ruso.
4 y 5.- Instalaciones iraníes.

No hay comentarios:

http://diarionacional-jirosende.blogspot.com/google772cd135feb3b93c.html http://diarionacional-jirosende.blogspot.com/robots.txt Search Engine Submission - AddMe