Bienvenida, el torero - se refiere a Don Antonio Mejías, "Bienvenida" - decía que las cogidas que le preocupaban eran aquellas de las que no se había enterado... de cual había sido el motivo, es decir el error por él cometido. La crisis es doblemente angustiosa porque ni la vimos venir ni la entendemos. Colecciono citas de los más eminentes economistas del mundo confesándolo y no se acaban. Los que no lo hacen lo demuestran igualmente, proponiendo un sinfín de explicaciones que no encajan entre sí.Sabemos que es una crisis de liquidez, en la que el elemento psicológico confianza juega el principal papel, en la que la normativa reguladora ha fallado y el papel de control de las autoridades financieras también, aunque sigue sin estar claro si por exceso o por defecto. Probablemente por ambas cosas al mismo tiempo, según aspectos, aunque no tiene por que ser en igual medida, y sobre todo por inadecuación. Sabemos que se han construido enormes pirámides financieras invertidas, inmensamente opacas, descomunalmente apalancadas, es decir, con dinero prestado, sobre una mínima base de activos reales. Burbujas súper infladas que tenían inexorablemente que reventar. Lo curioso es que los economistas suelen ser agoreros y están siempre viendo aspectos negativos que darán al traste con las más brillantes fases de prosperidad. ¿Por qué esta vez lo han hecho tan poquísimos y de entre éstos no todos por las buenas razones? Algunos llegan a decir que la ciencia económica existente carece de elementos para dar cuenta de lo que está pasando y hay que reinventarla.
Si no captamos las causas ni la naturaleza, ¿cómo vamos a dar con los remedios? Puede que por casualidad. En medicina funciona a veces. Estimular el consumo es la ortodoxia del momento pero eminentes herejes lo tienen por disparate. Lo que es seguro es que malgastar inmensas cantidades que el estado no posee en inversiones altamente politizadas y partidistas agravará los problemas.
Manuel Coma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario