Hay asuntos que me están vedados a la comprensión. Y hay acciones del ser humano que escapan a cualquier tipo de análisis coherente.
Entender, respetar, y soportar cierto tipo de actuaciones y/o manifestaciones, exige un ejercicio de paciencia y comprensión, por mucho que el antagonista, adversario o interlocutor crea que su derecho le permite cualquier actuación por disparatada que sea desde otros puntos de vista. Respetable las ideas, pero ciertos apoyos no caben.
La incongruencia, y el seguidísimo de teorías o ideas de rechazo a lo establecido o a la sociedad instituida, es típico de la juventud.
Eso de quien no es Maoísta cuando Joven…… y todas esas gaitas farfulleras.
Ver a señores maduros, responsables de partidos políticos que participan en esta democracia “sui géneris”, apoyando a un régimen de verdugos, el peor quizás de todos los habidos, por su duración y por ser el único que prohíbe la salida libremente de sus ciudadanos, es algo que decepciona y de las cosas, entre otras que hace renegar de la especie a la que pertenecemos.
El nacionalsocialismo, como su nombre indica, no como han tratado, y conseguido en casi todos los casos de tergiversar, ha sido una lacra de la humanidad.
Execrable, y muy merecida es la repulsa, negación y prohibición de apología convertidas e leyes y castigadas por ellas. Sin embargo, el Comunismo, de lejos peor en resultados, sacrificios de generaciones, numero de victimas, atrocidades cometidas con ellas, y rompedor de dignidades y voluntades humanas como ninguna otra ideología ha sido y probablemente sea jamás, es arropado, protegido e incluso fomentado sin consecuencia alguna.
El enorme daño moral a las victimas, el desprecio por los presos políticos que sufren , en estos momentos, la saña de la dictadura, el fracaso en términos absolutos en todos y cada uno de los campos, el sacrificio de generaciones enteras, la falta de atención social, humana, de alimentación, de esperanza y de calidad de vida, así como la perdida de dignidad de gran parte de la población, a la que se ve abocada por mera supervivencia y de la que se aprovechan los que no “bloquean”, que son millones y decenas de países, es absolutamente irreparable.
Entonces, ¿cómo es posible que seres humanos “normales” en apariencia, actores, poetas, escritores nóbeles, y políticos en ejercicio, sean capaces sin que se les retuerza el hígado de apoyar y en público estos despropósitos?
El perjuicio a los que sufren desluce por su enormidad y por lejano, los otros perjuicios que causan en imagen, credibilidad y selección de país donde vivir o invertir, pero también son cuantificables.
Ver esa manifestación Pro Castro, ha sido uno de los espectáculos más deleznables que he tenido que contemplar. Como apoyar la Lapidación, la Ablación, el “apartheid” racial y de género, el abuso de menores, jóvenes o simplemente el sacrificio de generaciones a mano de los “comisarios políticos”.
Claro que incluso en la ONU, las víctimas son relegadas por incómodas para poder aplaudir y apoyar las exigencias bastardas sus verdugos.
A reflexionar.
L. Soriano.
Entender, respetar, y soportar cierto tipo de actuaciones y/o manifestaciones, exige un ejercicio de paciencia y comprensión, por mucho que el antagonista, adversario o interlocutor crea que su derecho le permite cualquier actuación por disparatada que sea desde otros puntos de vista. Respetable las ideas, pero ciertos apoyos no caben.
La incongruencia, y el seguidísimo de teorías o ideas de rechazo a lo establecido o a la sociedad instituida, es típico de la juventud.
Eso de quien no es Maoísta cuando Joven…… y todas esas gaitas farfulleras.
Ver a señores maduros, responsables de partidos políticos que participan en esta democracia “sui géneris”, apoyando a un régimen de verdugos, el peor quizás de todos los habidos, por su duración y por ser el único que prohíbe la salida libremente de sus ciudadanos, es algo que decepciona y de las cosas, entre otras que hace renegar de la especie a la que pertenecemos.
El nacionalsocialismo, como su nombre indica, no como han tratado, y conseguido en casi todos los casos de tergiversar, ha sido una lacra de la humanidad.
Execrable, y muy merecida es la repulsa, negación y prohibición de apología convertidas e leyes y castigadas por ellas. Sin embargo, el Comunismo, de lejos peor en resultados, sacrificios de generaciones, numero de victimas, atrocidades cometidas con ellas, y rompedor de dignidades y voluntades humanas como ninguna otra ideología ha sido y probablemente sea jamás, es arropado, protegido e incluso fomentado sin consecuencia alguna.
El enorme daño moral a las victimas, el desprecio por los presos políticos que sufren , en estos momentos, la saña de la dictadura, el fracaso en términos absolutos en todos y cada uno de los campos, el sacrificio de generaciones enteras, la falta de atención social, humana, de alimentación, de esperanza y de calidad de vida, así como la perdida de dignidad de gran parte de la población, a la que se ve abocada por mera supervivencia y de la que se aprovechan los que no “bloquean”, que son millones y decenas de países, es absolutamente irreparable.
Entonces, ¿cómo es posible que seres humanos “normales” en apariencia, actores, poetas, escritores nóbeles, y políticos en ejercicio, sean capaces sin que se les retuerza el hígado de apoyar y en público estos despropósitos?
El perjuicio a los que sufren desluce por su enormidad y por lejano, los otros perjuicios que causan en imagen, credibilidad y selección de país donde vivir o invertir, pero también son cuantificables.
Ver esa manifestación Pro Castro, ha sido uno de los espectáculos más deleznables que he tenido que contemplar. Como apoyar la Lapidación, la Ablación, el “apartheid” racial y de género, el abuso de menores, jóvenes o simplemente el sacrificio de generaciones a mano de los “comisarios políticos”.
Claro que incluso en la ONU, las víctimas son relegadas por incómodas para poder aplaudir y apoyar las exigencias bastardas sus verdugos.
A reflexionar.
L. Soriano.
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