DOS DE LAS ACUSACIONES RETIRAN LOS CARGOS CONTRA ZOUGHAM. LA AVT DENUNCIA EL CARÁCTER POLÍTICO DEL 11-M Y LA EXISTENCIA DE UNA TRAMA POLICIAL.
La Fiscalía y las acusaciones ya han presentado los escritos definitivos de calificación del 11-M. El único punto en común en las acusaciones se ha traducido en el archivo de la causa contra uno de los hermanos Moussaten, que quedará en libertad. La Fiscalía y las acusaciones vinculadas a Pilar Manjón no se apean de la versión oficial. Sorprende que, tres años después, siga sin conocerse el arma homicida y haya tantas tesis sobre la masacre.
Este lunes llegó uno de los momentos que marcará el juicio por los atentados del 11 de marzo. La Fiscalía y las acusaciones han presentado los escritos definitivos de calificación con el resultado de una profunda división entre unas acusaciones y otras. En lo único en que todas han coincidido es en la retirada de los cargos contra uno de los hermanos Moussaten, que queda en libertad de manera inmediata. En lo demás, divergencia total.
La Fiscalía y las acusaciones vinculadas a la asociación de Pilar Manjón mantienen básicamente las conclusiones iniciales, que apuntan al carácter islamista de los atentados. La Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M se decanta por la tesis de la colaboración entre ETA y los islamistas. La AVT denuncia el carácter político de los atentados del 11-M y la existencia de una trama policial, acreditada por la participación en los hechos de numerosos confidentes policiales. Finalmente, la acusación que representa a Angeles Pedraza y a otras víctimas del 11-M incide sobre la falsedad de las pruebas y retira la acusación contra el último de los detenidos del 11-M, Jamal Zougham.
Las divergencias entre unas acusaciones y otras no afectan sólo a la interpretación del atentado, sino prácticamente a cada detalle del relato de los hechos. Lo más llamativo quizá sea el tema del explosivo utilizado, por cuanto después de tres años de investigación cabría esperar que por lo menos hubiera consenso en cuanto al arma del crimen utilizada. Pero no es así. La Fiscalía afirma en su escrito que en los trenes estalló una mezcla de Goma2-ECO y de Goma2-EC y que la presencia de nitroglicerina en los focos de explosión se explicaría por la contaminación durante la custodia de las muestras en el laboratorio de los Tedax. Las acusaciones vinculadas a la asociación de Pilar Manjón también sostienen que en los trenes estalló una mezcla de Goma2-ECO y de Goma2-EC pero, curiosamente, defienden una teoría distinta respecto a la contaminación: dicen que la presencia de nitroglicerina se debe a que la Goma2-EC contiene dicha sustancia, a pesar de que la fábrica ya ha certificado que desde 1992 no se incluye nitroglicerina en ese tipo de dinamita.
La Asociación de Ayuda a las víctimas del 11-M, en consonancia con la tesis de la colaboración ETA-islamistas, se inclina porque en los trenes estallara una mezcla de Goma2-ECO y Titadyn, lo que explicaría la presencia de nitroglicerina en los trenes. La AVT y la acusación que representa a Angeles Pedraza, por su parte, mantienen que, a la vista de los análisis periciales, en los trenes no pudo estallar Goma2-ECO, sin que pueda descartarse (aunque tampoco afirmarse) que estallara Titadyn.
En general, casi todas las acusaciones coinciden en solicitar una elevación de las penas contra los sospechosos de actuar como confidentes policiales: Emilio Suárez Trashorras, Antonio Toro, Carmen Toro y Rafá Zouhier. En el caso de Carmen Toro, podría ingresar en prisión con carácter inmediato si así lo acuerda el juez, ya que algunas partes así se lo han solicitado como resultado de la petición de penas más altas.
Varias acusaciones han retirado también los cargos contra los imputados menos importantes de la trama asturiana. Finalmente, dos de las acusaciones particulares, incluida la encabezada por Angeles Pedraza, han solicitado la retirada de cargos contra Jamal Zougham, por considerar que las pruebas existentes presentan graves indicios de falsedad y que no existe ningún indicio objetivo que vincule a Jamal Zougham con el resto de los procesados.
La Fiscalía y las acusaciones ya han presentado los escritos definitivos de calificación del 11-M. El único punto en común en las acusaciones se ha traducido en el archivo de la causa contra uno de los hermanos Moussaten, que quedará en libertad. La Fiscalía y las acusaciones vinculadas a Pilar Manjón no se apean de la versión oficial. Sorprende que, tres años después, siga sin conocerse el arma homicida y haya tantas tesis sobre la masacre.
Este lunes llegó uno de los momentos que marcará el juicio por los atentados del 11 de marzo. La Fiscalía y las acusaciones han presentado los escritos definitivos de calificación con el resultado de una profunda división entre unas acusaciones y otras. En lo único en que todas han coincidido es en la retirada de los cargos contra uno de los hermanos Moussaten, que queda en libertad de manera inmediata. En lo demás, divergencia total.
La Fiscalía y las acusaciones vinculadas a la asociación de Pilar Manjón mantienen básicamente las conclusiones iniciales, que apuntan al carácter islamista de los atentados. La Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M se decanta por la tesis de la colaboración entre ETA y los islamistas. La AVT denuncia el carácter político de los atentados del 11-M y la existencia de una trama policial, acreditada por la participación en los hechos de numerosos confidentes policiales. Finalmente, la acusación que representa a Angeles Pedraza y a otras víctimas del 11-M incide sobre la falsedad de las pruebas y retira la acusación contra el último de los detenidos del 11-M, Jamal Zougham.
Las divergencias entre unas acusaciones y otras no afectan sólo a la interpretación del atentado, sino prácticamente a cada detalle del relato de los hechos. Lo más llamativo quizá sea el tema del explosivo utilizado, por cuanto después de tres años de investigación cabría esperar que por lo menos hubiera consenso en cuanto al arma del crimen utilizada. Pero no es así. La Fiscalía afirma en su escrito que en los trenes estalló una mezcla de Goma2-ECO y de Goma2-EC y que la presencia de nitroglicerina en los focos de explosión se explicaría por la contaminación durante la custodia de las muestras en el laboratorio de los Tedax. Las acusaciones vinculadas a la asociación de Pilar Manjón también sostienen que en los trenes estalló una mezcla de Goma2-ECO y de Goma2-EC pero, curiosamente, defienden una teoría distinta respecto a la contaminación: dicen que la presencia de nitroglicerina se debe a que la Goma2-EC contiene dicha sustancia, a pesar de que la fábrica ya ha certificado que desde 1992 no se incluye nitroglicerina en ese tipo de dinamita.
La Asociación de Ayuda a las víctimas del 11-M, en consonancia con la tesis de la colaboración ETA-islamistas, se inclina porque en los trenes estallara una mezcla de Goma2-ECO y Titadyn, lo que explicaría la presencia de nitroglicerina en los trenes. La AVT y la acusación que representa a Angeles Pedraza, por su parte, mantienen que, a la vista de los análisis periciales, en los trenes no pudo estallar Goma2-ECO, sin que pueda descartarse (aunque tampoco afirmarse) que estallara Titadyn.
En general, casi todas las acusaciones coinciden en solicitar una elevación de las penas contra los sospechosos de actuar como confidentes policiales: Emilio Suárez Trashorras, Antonio Toro, Carmen Toro y Rafá Zouhier. En el caso de Carmen Toro, podría ingresar en prisión con carácter inmediato si así lo acuerda el juez, ya que algunas partes así se lo han solicitado como resultado de la petición de penas más altas.
Varias acusaciones han retirado también los cargos contra los imputados menos importantes de la trama asturiana. Finalmente, dos de las acusaciones particulares, incluida la encabezada por Angeles Pedraza, han solicitado la retirada de cargos contra Jamal Zougham, por considerar que las pruebas existentes presentan graves indicios de falsedad y que no existe ningún indicio objetivo que vincule a Jamal Zougham con el resto de los procesados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario