El discurso sobre despidos es rancio y obsoleto. El fabricar parados, con “cobertura” no es, ni puede ser social, ni progresista. En realidad nada que ofrece la izquierda es progresista. Todo huele a mazmorra y a checa. A líder carismático, a represión y Nomenklatura. La foto del “Zar rodeado de cuernos en su “hecho cinegético” lo dice todo de un Rojísimo izquierdista, que actúa y juzga a la luz de la Izquierda “progresista”
Progresar significa avanzar y lo que buscan es regresar al pasado, al negro pasado de las dictaduras y de los Gulags. Quieren volver atrás porque no soportan el fracaso terrible de sus ideas y las de sus ancestros y, quieren imponerlas a toda costa. Pasa con la educación, pasa con el modelo de Estado, con la Justicia y con el amordazamiento de la prensa entre otras atrocidades sin retroceso.
Les siguen muchos, y si nos fijamos en Comunidades, entre más de izquierdas y autodenominadas progresistas, mas retrasadas, incultas y de menor nivel de vida y mayor d paro o menor actividad productiva.
Me niego a discutir sobre despidos, prefiero hablar sobre como hacer que se contrate, prefiero estudiar, trabajar, sobre la base de aumentar los contratados más que evitar despidos.
Me niego a entrar en el discursito tendencioso de que no importa si se van al paro, mientras tengan “cobertura social de hambre”. Que además es agotable, limitada, escasa y con fecha de término.
Me niego a aceptar que por proteger a algunos cientos de miles de trabajadores que no se merecen los derechos de que disfrutan, se ponga en peligro los de millones de trabajadores serios y honrados que desean trabajar, producir, avanzar, estos sí, y se les cierre la puerta a los que están deseando incorporarse al mercado de trabajo.
Todo por protegerse ellos y a un puñado de privilegiados a un puñado de políticos que tienen miedo de perder su “clientela” si en un País como este se dice lo que ocurre, se dice la verdad, y se ponen las cosas en su sitio, que sin duda se pondrán, ya que indudablemente aterrizaremos. A la fuerza, pero aterrizaremos.
Por eso quiero hablar de “Contratar”. Allanar el camino a la contratación, abaratar la contratación, disminuir las trabas a la contratación, eliminar los costes de contratación, TODOS los costes que componen la contratación.
Disminuir todo lo que desincentiva a contratar, derribar todo lo que impide crear empleo, a expansionar, a producir con animosidad, con tecnología, con fortaleza y entereza. A ser productivos, y a potenciar el tejido industrial, comercial y de servicios.
Claro que eso incluye decapitar privilegios, abandonar poltronas y prebendas, eliminar impuestos confiscatorios no aplicables a economías de nuestro corte, basadas de momento y por mucho tiempo en servicios, en ocio y en una exportación valiente, pero incipiente, poco apreciada aún en el extranjero, y poco reconocida como marchamo de calidad y eficacia.
No son aplicables a nuestro emergente País, no nos las podemos permitir, normativas, impuestos, tasas, retenciones, impuestos directos, y lo peor, esas Autonomías descontroladas en gasto y lujo, y esa dispersión y atomización de Ayuntamientos, de los que sobran más de la mitad, muchos más, y cientos de miles, quizás un millón de funcionarios y asimilados. No podemos soportar tanta carga, y por eso, hay que eliminar la “onera gravia”, que impide la contratación.
Así pues, el objetivo es sin duda alguna “Contratar”, no despedir, evitar el despido o subvencionar – feeding-, con limosnas a los ciudadanos que merecen respeto, oportunidad y futuro. Un verdadero Progresismo, no esta basura que esgrimen, y que anime y elimine el pánico a contratar.
A reflexionar.
L. Soriano.
Progresar significa avanzar y lo que buscan es regresar al pasado, al negro pasado de las dictaduras y de los Gulags. Quieren volver atrás porque no soportan el fracaso terrible de sus ideas y las de sus ancestros y, quieren imponerlas a toda costa. Pasa con la educación, pasa con el modelo de Estado, con la Justicia y con el amordazamiento de la prensa entre otras atrocidades sin retroceso.
Les siguen muchos, y si nos fijamos en Comunidades, entre más de izquierdas y autodenominadas progresistas, mas retrasadas, incultas y de menor nivel de vida y mayor d paro o menor actividad productiva.
Me niego a discutir sobre despidos, prefiero hablar sobre como hacer que se contrate, prefiero estudiar, trabajar, sobre la base de aumentar los contratados más que evitar despidos.
Me niego a entrar en el discursito tendencioso de que no importa si se van al paro, mientras tengan “cobertura social de hambre”. Que además es agotable, limitada, escasa y con fecha de término.
Me niego a aceptar que por proteger a algunos cientos de miles de trabajadores que no se merecen los derechos de que disfrutan, se ponga en peligro los de millones de trabajadores serios y honrados que desean trabajar, producir, avanzar, estos sí, y se les cierre la puerta a los que están deseando incorporarse al mercado de trabajo.
Todo por protegerse ellos y a un puñado de privilegiados a un puñado de políticos que tienen miedo de perder su “clientela” si en un País como este se dice lo que ocurre, se dice la verdad, y se ponen las cosas en su sitio, que sin duda se pondrán, ya que indudablemente aterrizaremos. A la fuerza, pero aterrizaremos.
Por eso quiero hablar de “Contratar”. Allanar el camino a la contratación, abaratar la contratación, disminuir las trabas a la contratación, eliminar los costes de contratación, TODOS los costes que componen la contratación.
Disminuir todo lo que desincentiva a contratar, derribar todo lo que impide crear empleo, a expansionar, a producir con animosidad, con tecnología, con fortaleza y entereza. A ser productivos, y a potenciar el tejido industrial, comercial y de servicios.
Claro que eso incluye decapitar privilegios, abandonar poltronas y prebendas, eliminar impuestos confiscatorios no aplicables a economías de nuestro corte, basadas de momento y por mucho tiempo en servicios, en ocio y en una exportación valiente, pero incipiente, poco apreciada aún en el extranjero, y poco reconocida como marchamo de calidad y eficacia.
No son aplicables a nuestro emergente País, no nos las podemos permitir, normativas, impuestos, tasas, retenciones, impuestos directos, y lo peor, esas Autonomías descontroladas en gasto y lujo, y esa dispersión y atomización de Ayuntamientos, de los que sobran más de la mitad, muchos más, y cientos de miles, quizás un millón de funcionarios y asimilados. No podemos soportar tanta carga, y por eso, hay que eliminar la “onera gravia”, que impide la contratación.
Así pues, el objetivo es sin duda alguna “Contratar”, no despedir, evitar el despido o subvencionar – feeding-, con limosnas a los ciudadanos que merecen respeto, oportunidad y futuro. Un verdadero Progresismo, no esta basura que esgrimen, y que anime y elimine el pánico a contratar.
A reflexionar.
L. Soriano.
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