martes, 24 de febrero de 2009

CONSTRUCCIONES AERONAÚTICAS.-

EADS IV. CRÓNICAS DE UNA MUERTE ANUNCIADA.
Cuando en 1999, Schroeder, Chirac y Aznar se fotografiaban en la puerta del Palacio de la Moncloa anunciado la creación del gran gigante Aeronáutico y de Defensa europeo, EADS, pocos podían pensar que la vida sería tan efímera, para una compañía que de forma independiente había sobrevivido ochenta años, con una capacidad envidiada en todos los países donde CASA vendió sus productos durante más de treinta años.
El gobierno de José María Aznar entendió desde un principio que dicha apuesta exigía una postura fuerte y la creación de un mercado interno que justificara el mantener en España una de las divisiones del grupo y la españolidad de los activos de EADS. El gobierno de Aznar firmó el contrato para el Eurofigther, 7.000 millones de euros en 1997 y en 2003 firmaba la adquisición de 27 aviones más, la opción de 8 aviones A-400, casi cuatro mil millones, a cambio de que todos los aviones salieran de la recién estrenada fábrica de Sevilla.
Este gobierno fue el mismo que por sus buenas relaciones con Estadios Unidos consiguió que el Servicio de Guarda Costas de Estados Unidos decidiera adquirir hasta 35 aviones CN-235 fabricados en España.
Por otra parte, el gobierno decidía apoyar los nuevos proyectos de Airbus con fuertes inyecciones de dinero con tres objetivos, mantener el empleo y las capacidades; por ejemplo se consiguió que un elemento clave en la fabricación aeronáutica como la fibra de carbono tuviera como centro de excelencia del grupo Illescas.
Finalmente y para apoyar la industria de helicópteros en España se decidió la adquisición de 24 helicópteros Tigre de última generación a ser desarrollados y fabricados en España.
Y llegó marzo de 2004 y ahí comenzaron los males de la compañía.
Se buscaron equipos directivos más dóciles al nuevo entorno político, primando lo político a lo empresarial. Luego el gobierno enfrascó a la compañía en la fallida venta de aviones a Venezuela, a pesar de las fuertes presiones de Estados Unidos, y declarando la vicepresidenta que los aviones se venderían a cualquier precio y pesase a quien pesase; para, al final, no materializarse la venta.
A pesar de tener el mejor avión del mercado, EADS perdió el contrato para el nuevo avión de transporte medio del Ejército y la Fuerza Aérea de Estados Unidos: más de 150 aviones y caían bajo la responsabilidad española. A eso se unió la cancelación del contrato de los aviones banqueros a EADS, que también caían bajo la orbita española. Seguramente la crisis de Venezuela tuvo algo que ver; y desde entonces CASA ha perdido diversos concursos internacionales.
La apoteosis de la nueva factoría de helicópteros de Albacete sobre unos potenciales de cientos de helicópteros que iban a ser comprados por los promotores de polo aeronáutico manchego, veremos en qué queda si el gobierno no cumple con los compromisos que adquirió con la compañía.
El desentendimiento de los temas industriales por parte del ministerio de Alonso, los enfrentamientos dentro de la Asociación de industrias de defensa que culminaron con la salida de EADS, también han tenido mucho que ver con este resultado.
El próximo uno de abril no existirá una empresa aeronáutica en España por primera vez desde 1909, existirán unas factorías como las que existen en los países del este de Europa, Corea, China o Iberoamérica; unas dependiendo de Airbus, otras de Alemania, pero España perderá todo el peso en la toma de decisiones, sin saberse muy bien cuál es el papel de Eguiagaray en el Consejo de la Compañía.
Los problemas del A-400 no son causados por CASA ni sus ingenieros; pero como se sentiría un cliente al que le venden un avión que no vuela y que ha sido comercializado en más de diez países. Los gobiernos tienen mucha culpa al elegir un consocio europeo para fabricar un motor contrariando la decisión de la compañía, y ahora el A-400 vuela con motores prestados americanos.
Siempre hay responsables de las crisis, y ésta que afecta no sólo a unos cientos o miles de empleos, cuyo futuro va a depender más de los intereses franceses y alemanes que españoles, sino a la joya de la tecnología española, la que tanto pretenden apoyar desde el gobierno, tiene un responsable que es el presidente del gobierno y su denodados esfuerzos por anteponer sus intereses partidistas e ideológicos a los generales del país y de sus empresas.
GEES.
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