NUESTRO PADRE JESUS CAUTIVO.-

EDUCACION PARA LA CIUDADANIA.-
Algún sociólogo debería estudiar todo lo que rodea a esta imagen. Como Cofradía moderna, al principio la hicieron suya los cautivos del bando nacional - si, el que ganó la guerra aunque no lo parezca - pero cuando cambiaron "las tornas", pasó a ser lugar de alivio y recogimiento para "los otros". Por algo ha habido años, que ha llevado detrás mas personas que nazarenos hay, en toda la Semana Santa de Sevilla. Si: como lo oyes.
Magnífico ejemplo de "elemento estabilizador". Los únicos que “se quedaron fuera”, los mafiosos de ETA.
Al entrar en el barrio de la Trinidad un Lunes Santo, nos introducimos en un mundo diferente, irreal y entrañable, se diría que el tiempo se ha detenido. Sus calles estrechas enmarcando una arquitectura sencilla y diferente, las ventanas engalanadas con mantones y hasta con la mejor colcha de la casa, geranios y gitanillas macizando balcones y el barrio entero, volcado con su Cautivo, lo hacían posible. En la plaza, frente a la puerta principal de la iglesia de San Pablo, no se cabe. Algunos llevaban horas esperando. Si resulta posible, por fin, hay que acercarse a las andas de Traslado, al llegar a calle Jara. El sol, que no había salido todavía, siempre ordena a "su" nube, — ¡tápate! — y alumbra a Nuestro Padre Jesús que ya va Cautivo y a María Santísima de la Trinidad que, a su lado, no paraba de mirarle de “reojillo” y admira como se mueve, al limpio aire del amanecer, Su túnica, de piel de ángel, que a todos nos suena a repique de Gloria. Vuelve a tomar la mano que nunca debiste haber soltado, escucha la saeta, con marchamo de autenticidad y entrecierra los ojos, incapaz de soportar tanta belleza.
A la Trinidad, cuando la fresca brisa del alba del lunes te revive la cara, nunca vuelvas solo, nunca; haz como yo, con la que mas quieras y de la manita.
Al fondo, los inconfundibles sones de las cornetas de los Bomberos malagueños.
¡Ah! ¿Sabes por qué se toca tanto el Himno Nacional en Málaga, durante la Semana Santa? Porque nos sentimos españoles. Ni más, ni menos. Los fascistas, son los que no quieren oírlo. Fascistas y, por tanto, sectarios.