LAS TORRES DE LA TÉRMICA Y REPSOL NO PODRÁN SER TAN ALTAS.
Aviación Civil obliga a rebajar en hasta 15 plantas algunos de los bloques dibujados en el PGOU Ordena el recorte de cuatro edificios en San Rafael
Se confirman las restricciones de la Dirección General de Aviación Civil respecto a la altura de algunas de las torres de pisos que dibuja el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga. Como ya adelantó este periódico (ver SUR 17/9/2008), el Ayuntamiento aprobó de manera provisional el documento en agosto del año pasado, a sabiendas de que un informe de Aviación Civil rechazaba algunos de sus principales proyectos por vulnerar en altura los parámetros establecidos para garantizar la seguridad de las operaciones de vuelo del actual aeropuerto y su ampliación. Este organismo del Ministerio de Fomento ha vuelto a pronunciarse en un segundo informe preceptivo que viene a confirmar sus planteamientos iniciales.
El Ayuntamiento elaboró un 'contrainforme' para defender la altura de las torres que el PGOU plantea en sectores como Repsol, San Rafael o La Térmica, pero sus tesis no han sido finalmente aceptadas. Según fuentes consultadas, las áreas de protección para las operaciones de vuelo y los campos radioeléctricos de los radares son cuestiones «muy técnicas que tienen pocas vueltas de hoja», por lo que Aviación Civil se limita a exigir el cumplimiento de la normativa estatal sobre esta materia.
Uno de los proyectos que verá recortada la altura de sus edificios es el previsto para el sector denominado Torre del Río, en la zona de La Térmica. El Plan General dibuja en este ámbito cuatro torres de 105 metros de altura que generarían una nueva fachada de la ciudad al mar en el extremo oeste del paseo marítimo. Se trata de edificios de planta baja más 28 que, con las limitaciones derivadas de las necesidades de seguridad del aeropuerto, deberían recortarse entre 20 y 30 metros, en función de su emplazamiento concreto.
VUELTA ATRÁS.
Dos de estas torres, tramitadas según el PGOU vigente del año 97, ya habían superado un escollo judicial por la inclusión de unos terrenos, lo que facilitaba su construcción. Ahora, con el pronunciamiento de Aviación Civil, tendrán que ser diseñadas de nuevo. Sus primeros bocetos fueron realizados por el arquitecto barcelonés Carlos Ferrater.
También tendrán que recortarse las torres que el Plan General nuevo recoge para los sectores situados en las inmediaciones de la futura avenida sobre el soterramiento de las vías del tren. Se trata de las previstas para los terrenos que liberará el traslado de las naves del polígono San Rafael y de las que ocuparán los terrenos de los antiguos depósitos de Repsol, junto a la avenida de Juan XXIII.
En el caso del sector de San Rafael, estaba previsto un bloque de planta baja más 19 que supondría una altura de 94 metros. Con la rebaja a que obligan las servidumbres del aeropuerto, no podría superar los 64 metros, por lo que el recorte es de 30 metros. Asimismo, también vulneran los campos de seguridad de las operaciones aeronáuticas tres bloques de planta baja más 26 (117 metros) que deberán ser rebajados en 22, 14 y 7 metros, respectivamente, debido a su ubicación en el proyecto recogido por el PGOU.
En la zona de San Rafael, el documento propone la realización de 3.211 viviendas repartidas en varios edificios rodeados por zonas verdes y equipamientos educativos y deportivos. Con el recorte del pronunciamiento vinculante de Aviación Civil, la distribución de los pisos tendrá que adaptarse a las reducciones de altura planteadas.
RASCACIELOS.
Pero el recorte de altura más significativo se producirá en el rascacielos que los promotores de los antiguos terrenos de Repsol habían diseñado en el extremo de la parcela más próximo a la avenida de Juan XXIII. Este edificio, de planta baja más 44, alcanzaría los 186 metros de altura. Sin embargo, para no vulnerar las servidumbres aeronáuticas, deberá recortarse en 63 metros. Esto supone que perdería unas 15 plantas.
Asimismo, también tendrán que reducirse las otras tres torres del proyecto de Repsol, de 131 (31 plantas), 124 (29 plantas) y 117 metros (27 plantas), respectivamente, en 14, 11 y 6 metros.
El proyecto de las torres de Repsol prevé 933 viviendas de renta libre en cuatro torres y 400 pisos de VPO al Este de la parcela. La distribución de los pisos tendrá que ser ahora rediseñada y negociada con el Ayuntamiento para que pueda salir adelante, siempre que tenga el visto bueno de la Junta de Andalucía, que se negó a tramitar esta actuación de manera separada al nuevo PGOU.
Este segundo informe de Aviación Civil es uno de los que faltaban para poder continuar con la tramitación del documento, que el equipo de gobierno confía en poder aprobar cuanto antes. Para ello, ya han comenzado una serie de reuniones técnicas con el Gobierno andaluz con el fin de analizar el Plan General. No obstante, hasta que no estén listos otros informes que todavía faltan, no empezará a contar el plazo de cinco meses que tiene la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio para pronunciarse sobre el PGOU. La Junta se ha comprometido a no agotar ese plazo.
Por otra parte, Aviación Civil no refleja finalmente en su informe excesivas restricciones para determinados desarrollos que se habían previsto en la zona del polígono El Viso y que inicialmente podrían perjudicar al funcionamiento del aeropuerto no por su excesiva altura sino porque el terreno sobre el que se asentarían ya está elevado de por sí. Con todo, el trabajo de Aena para Aviación Civil recuerda que deberán revisarse otros proyectos del Plan General si incumplen la normativa.
Hinojosa. SUR.
Aviación Civil obliga a rebajar en hasta 15 plantas algunos de los bloques dibujados en el PGOU Ordena el recorte de cuatro edificios en San Rafael
Se confirman las restricciones de la Dirección General de Aviación Civil respecto a la altura de algunas de las torres de pisos que dibuja el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga. Como ya adelantó este periódico (ver SUR 17/9/2008), el Ayuntamiento aprobó de manera provisional el documento en agosto del año pasado, a sabiendas de que un informe de Aviación Civil rechazaba algunos de sus principales proyectos por vulnerar en altura los parámetros establecidos para garantizar la seguridad de las operaciones de vuelo del actual aeropuerto y su ampliación. Este organismo del Ministerio de Fomento ha vuelto a pronunciarse en un segundo informe preceptivo que viene a confirmar sus planteamientos iniciales.
El Ayuntamiento elaboró un 'contrainforme' para defender la altura de las torres que el PGOU plantea en sectores como Repsol, San Rafael o La Térmica, pero sus tesis no han sido finalmente aceptadas. Según fuentes consultadas, las áreas de protección para las operaciones de vuelo y los campos radioeléctricos de los radares son cuestiones «muy técnicas que tienen pocas vueltas de hoja», por lo que Aviación Civil se limita a exigir el cumplimiento de la normativa estatal sobre esta materia.
Uno de los proyectos que verá recortada la altura de sus edificios es el previsto para el sector denominado Torre del Río, en la zona de La Térmica. El Plan General dibuja en este ámbito cuatro torres de 105 metros de altura que generarían una nueva fachada de la ciudad al mar en el extremo oeste del paseo marítimo. Se trata de edificios de planta baja más 28 que, con las limitaciones derivadas de las necesidades de seguridad del aeropuerto, deberían recortarse entre 20 y 30 metros, en función de su emplazamiento concreto.
VUELTA ATRÁS.
Dos de estas torres, tramitadas según el PGOU vigente del año 97, ya habían superado un escollo judicial por la inclusión de unos terrenos, lo que facilitaba su construcción. Ahora, con el pronunciamiento de Aviación Civil, tendrán que ser diseñadas de nuevo. Sus primeros bocetos fueron realizados por el arquitecto barcelonés Carlos Ferrater.
También tendrán que recortarse las torres que el Plan General nuevo recoge para los sectores situados en las inmediaciones de la futura avenida sobre el soterramiento de las vías del tren. Se trata de las previstas para los terrenos que liberará el traslado de las naves del polígono San Rafael y de las que ocuparán los terrenos de los antiguos depósitos de Repsol, junto a la avenida de Juan XXIII.
En el caso del sector de San Rafael, estaba previsto un bloque de planta baja más 19 que supondría una altura de 94 metros. Con la rebaja a que obligan las servidumbres del aeropuerto, no podría superar los 64 metros, por lo que el recorte es de 30 metros. Asimismo, también vulneran los campos de seguridad de las operaciones aeronáuticas tres bloques de planta baja más 26 (117 metros) que deberán ser rebajados en 22, 14 y 7 metros, respectivamente, debido a su ubicación en el proyecto recogido por el PGOU.
En la zona de San Rafael, el documento propone la realización de 3.211 viviendas repartidas en varios edificios rodeados por zonas verdes y equipamientos educativos y deportivos. Con el recorte del pronunciamiento vinculante de Aviación Civil, la distribución de los pisos tendrá que adaptarse a las reducciones de altura planteadas.
RASCACIELOS.
Pero el recorte de altura más significativo se producirá en el rascacielos que los promotores de los antiguos terrenos de Repsol habían diseñado en el extremo de la parcela más próximo a la avenida de Juan XXIII. Este edificio, de planta baja más 44, alcanzaría los 186 metros de altura. Sin embargo, para no vulnerar las servidumbres aeronáuticas, deberá recortarse en 63 metros. Esto supone que perdería unas 15 plantas.
Asimismo, también tendrán que reducirse las otras tres torres del proyecto de Repsol, de 131 (31 plantas), 124 (29 plantas) y 117 metros (27 plantas), respectivamente, en 14, 11 y 6 metros.
El proyecto de las torres de Repsol prevé 933 viviendas de renta libre en cuatro torres y 400 pisos de VPO al Este de la parcela. La distribución de los pisos tendrá que ser ahora rediseñada y negociada con el Ayuntamiento para que pueda salir adelante, siempre que tenga el visto bueno de la Junta de Andalucía, que se negó a tramitar esta actuación de manera separada al nuevo PGOU.
Este segundo informe de Aviación Civil es uno de los que faltaban para poder continuar con la tramitación del documento, que el equipo de gobierno confía en poder aprobar cuanto antes. Para ello, ya han comenzado una serie de reuniones técnicas con el Gobierno andaluz con el fin de analizar el Plan General. No obstante, hasta que no estén listos otros informes que todavía faltan, no empezará a contar el plazo de cinco meses que tiene la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio para pronunciarse sobre el PGOU. La Junta se ha comprometido a no agotar ese plazo.
Por otra parte, Aviación Civil no refleja finalmente en su informe excesivas restricciones para determinados desarrollos que se habían previsto en la zona del polígono El Viso y que inicialmente podrían perjudicar al funcionamiento del aeropuerto no por su excesiva altura sino porque el terreno sobre el que se asentarían ya está elevado de por sí. Con todo, el trabajo de Aena para Aviación Civil recuerda que deberán revisarse otros proyectos del Plan General si incumplen la normativa.
Hinojosa. SUR.
SOBRE LAS TORREPSOLES, OPINAN LOS EXPERTOS.
Un grupo de expertos arquitectos urbanistas, se reunieron, en su día, para estudiar la idea granadina – bendecida por el Ayuntamiento – de construir enormes torres en el antiguo solar de Campsa – Repsol. Me limito a repetir lo que dijeron:
«Estamos ante un 'no proyecto', lo único que hay es una maqueta», subrayó el arquitecto Salvador Moreno Peralta, quien destacó como positivo que será una «locomotora» para la transformación urbanística del entorno de las vías del tren y, como negativo, el hecho de que cuatro de las edificaciones se hayan planteado con un diseño circular para recordar a los desaparecidos depósitos.
Otro de los arquitectos participantes, Iñaki Pérez de la Fuente, aseveró que resulta «prematuro decir que estamos ante un proyecto espectacular si sólo tenemos una maqueta del tamaño de un tablero de ajedrez». Pérez de la Fuente destacó cómo un «golpe de capital» privado es capaz de generar un cambio así después de tres años de reflexión sobre el nuevo PGOU.
En el debate también se insistió en la necesidad de que la calidad prime sobre otros criterios a la hora de definir el proyecto. No obstante, Moreno Peralta matizó que la calidad es una «condición necesaria pero no suficiente» y recordó que en La Malagueta hay bloques de calidad pero que conforman una densidad alarmante.Por otra parte, los arquitectos que rechazan la actuación insistieron en que sólo obedece a intereses especulativos y destacaron que aplica la máxima edificabilidad en un entorno de gran densidad de población. «Como hay tantas zonas verdes en esa zona, pues éste es el sitio ideal», ironizó Agustín Benedito, profesor de la Escuela de Arquitectura, en tanto el presidente del Colegio de Arquitectos, Andrés Álvarez de Toledo, también dijo que no es el lugar idóneo para una actuación así, y el arquitecto José Seguí opinó que el Ayuntamiento debería dar marcha atrás
También se hicieron notar voces a favor de que se recupere el uso para parque que se había dado inicialmente a los terrenos. Además, se dejó constancia de que el desarrollo del solar y de su entorno constituye una oportunidad única que debe abordarse con calma y con una visión más amplia. Así mismo se echó en falta la presencia de los promotores de la actuación.
Resumiendo, los arquitectos asistentes a la reunión convocada por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga y el Colegio de Arquitectos, piden que el proyecto de Repsol se coordine con el entorno.
¿Continuará el alcalde empecinado en todo lo contrario?
Un grupo de expertos arquitectos urbanistas, se reunieron, en su día, para estudiar la idea granadina – bendecida por el Ayuntamiento – de construir enormes torres en el antiguo solar de Campsa – Repsol. Me limito a repetir lo que dijeron:
«Estamos ante un 'no proyecto', lo único que hay es una maqueta», subrayó el arquitecto Salvador Moreno Peralta, quien destacó como positivo que será una «locomotora» para la transformación urbanística del entorno de las vías del tren y, como negativo, el hecho de que cuatro de las edificaciones se hayan planteado con un diseño circular para recordar a los desaparecidos depósitos.
Otro de los arquitectos participantes, Iñaki Pérez de la Fuente, aseveró que resulta «prematuro decir que estamos ante un proyecto espectacular si sólo tenemos una maqueta del tamaño de un tablero de ajedrez». Pérez de la Fuente destacó cómo un «golpe de capital» privado es capaz de generar un cambio así después de tres años de reflexión sobre el nuevo PGOU.
En el debate también se insistió en la necesidad de que la calidad prime sobre otros criterios a la hora de definir el proyecto. No obstante, Moreno Peralta matizó que la calidad es una «condición necesaria pero no suficiente» y recordó que en La Malagueta hay bloques de calidad pero que conforman una densidad alarmante.Por otra parte, los arquitectos que rechazan la actuación insistieron en que sólo obedece a intereses especulativos y destacaron que aplica la máxima edificabilidad en un entorno de gran densidad de población. «Como hay tantas zonas verdes en esa zona, pues éste es el sitio ideal», ironizó Agustín Benedito, profesor de la Escuela de Arquitectura, en tanto el presidente del Colegio de Arquitectos, Andrés Álvarez de Toledo, también dijo que no es el lugar idóneo para una actuación así, y el arquitecto José Seguí opinó que el Ayuntamiento debería dar marcha atrás
También se hicieron notar voces a favor de que se recupere el uso para parque que se había dado inicialmente a los terrenos. Además, se dejó constancia de que el desarrollo del solar y de su entorno constituye una oportunidad única que debe abordarse con calma y con una visión más amplia. Así mismo se echó en falta la presencia de los promotores de la actuación.
Resumiendo, los arquitectos asistentes a la reunión convocada por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga y el Colegio de Arquitectos, piden que el proyecto de Repsol se coordine con el entorno.
¿Continuará el alcalde empecinado en todo lo contrario?
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