Ulises-Odisseus, rey de ÍTACA, estaba cansado de ronronear aburrido después de diez años en la Playa de Troya, con lo que aún tenia que navegar, por culpa de los no muy sinceros intereses de los Aqueos de Agamenon, y del odio y los celos de su hermano Menelao. Entonces planeó el caballo famoso, que incluso era tan alto que tuvieron que romper el friso de la puerta principal para que entrara completo, tal como lo construyó Epeo.
Era como mas tarde definiría Iñigo de Loyola, la via rápida de alcanzar el éxito u objetivo. Muchos en Troya, incluido el rey Príamo, tuvieron sus dudas y propusieron quemarlo. Cassandra, condenada a no ser creída jamás, en vano aullaba de dolor futuro. Sinon, un griego, convenció de su bondad a todos menos a ella, que tambien receló del enemigo consejero.
El caballo con el virus en su interior era ajeno en su estructura de madera de árbol cortado cerca de mar, a lo que iba a significar para Troya, y para el resto del mundo si lograba traspasar los muros.
Recientemente, hemos asistido a una nueva escenificación, la nonagésimamilesíma seguramente, de la Opereta en recuerdo de TROYA-ILIÓN.
Seguro que a estas alturas de la hipérbole extrapolable, ya estarán adivinando el Casting* y en el papel de quién actúan. Sin embargo, en esta nueva versión moderna, el final o al menos el final conocido, ha sido variado por el Director de la obra.
El caballo, se quedó, “ad portas”.
En el último minuto,el crédulo y bonachón Príamo, aún afectado y aturdido por la muerte de su hijo, con una actuación magistral del actor que lo encarna, con su barba y cuidado estilo, decide, no hacer caso a Sinon, sino a Cassandra y a el Oráculo, con el enorme disgusto de los Griegos que ven su ocasión, de destruir Troya sin más dilación y para siempre, naufragar como algunos de sus barcos en el tenebroso mar.
Además, Príamo, nombra nuevos Generales, curtidos en mil batallas y decide, con ánimos renovados y con la sorpresa como aliada, presentar la definitiva batalla al invasor que cogido a trasmano y con píé cambiado, llora por su caballo , por sus interioridades, y por su oportunidad perdida.
La guerra será tremendamente larga si sobrevive Troya.
El caballo, ajeno al plan, según el benévolo guionista, por su condicion de inanimado, es despeñado por el acantilado, y termina roto al fondo del escenario, con el cielo desgarrado por severas tormentas que amenazan a la flota griega, que retornaba confiada a terminar el exterminio.
La musica de Wagner y Orlff, envuelve el escenario, y una niebla espesa hace borrosas las imágenes, dejando al espectador que ponga su imaginado final.
Que el guionista se permita una licencia de poner al vegetal caballo el nombre de ERTO, no es motivo suficiente para que la coincidencia se parezca a la realidad.
¿Quién ganará la batalla?.
A reflexionar.
*Casting..........
Era como mas tarde definiría Iñigo de Loyola, la via rápida de alcanzar el éxito u objetivo. Muchos en Troya, incluido el rey Príamo, tuvieron sus dudas y propusieron quemarlo. Cassandra, condenada a no ser creída jamás, en vano aullaba de dolor futuro. Sinon, un griego, convenció de su bondad a todos menos a ella, que tambien receló del enemigo consejero.
El caballo con el virus en su interior era ajeno en su estructura de madera de árbol cortado cerca de mar, a lo que iba a significar para Troya, y para el resto del mundo si lograba traspasar los muros.
Recientemente, hemos asistido a una nueva escenificación, la nonagésimamilesíma seguramente, de la Opereta en recuerdo de TROYA-ILIÓN.
Seguro que a estas alturas de la hipérbole extrapolable, ya estarán adivinando el Casting* y en el papel de quién actúan. Sin embargo, en esta nueva versión moderna, el final o al menos el final conocido, ha sido variado por el Director de la obra.
El caballo, se quedó, “ad portas”.
En el último minuto,el crédulo y bonachón Príamo, aún afectado y aturdido por la muerte de su hijo, con una actuación magistral del actor que lo encarna, con su barba y cuidado estilo, decide, no hacer caso a Sinon, sino a Cassandra y a el Oráculo, con el enorme disgusto de los Griegos que ven su ocasión, de destruir Troya sin más dilación y para siempre, naufragar como algunos de sus barcos en el tenebroso mar.
Además, Príamo, nombra nuevos Generales, curtidos en mil batallas y decide, con ánimos renovados y con la sorpresa como aliada, presentar la definitiva batalla al invasor que cogido a trasmano y con píé cambiado, llora por su caballo , por sus interioridades, y por su oportunidad perdida.
La guerra será tremendamente larga si sobrevive Troya.
El caballo, ajeno al plan, según el benévolo guionista, por su condicion de inanimado, es despeñado por el acantilado, y termina roto al fondo del escenario, con el cielo desgarrado por severas tormentas que amenazan a la flota griega, que retornaba confiada a terminar el exterminio.
La musica de Wagner y Orlff, envuelve el escenario, y una niebla espesa hace borrosas las imágenes, dejando al espectador que ponga su imaginado final.
Que el guionista se permita una licencia de poner al vegetal caballo el nombre de ERTO, no es motivo suficiente para que la coincidencia se parezca a la realidad.
¿Quién ganará la batalla?.
A reflexionar.
*Casting..........
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