CARTELES DE GUERRA.

Y DEMAGOGIA BARATA.
Cabía esperar que el cartel del Paseo Marítimo de Poniente en el que el Ayuntamiento polemiza con el Ministerio de Fomento, mediante un muro publicitario de treinta o cuarenta metros cuadrados, hubiese sido una mala idea de un colaborador irreflexivo y que el alcalde ordenase su retirada discreta al pasar unos días. No ha sido así. El cartel sigue en la rotonda de Moliere, para culpar a Fomento de que ese paseo no se prolongue como pretendía el Ayuntamiento. De la Torre ha copiado la fórmula demagógica implantada aquí por Esperanza Oña; pero estas polémicas de cartel son una mala idea. De hecho, ahora Fomento podría responder con un cartelón en la terminal del Aeropuerto donde se leyese: ‘Bienvenido a Málaga. Disculpen la suciedad en las calles, sólo imputable a la incapacidad del Ayuntamiento’; o bien en el Campamento Benítez otro con la leyenda: ‘El Ayuntamiento es culpable del Parque que usted no ve en este páramo’. Convertir los desencuentros políticos en mega carteles arrojadizos podría llenar las calles, playas, cauces y parques de acusaciones a gran tamaño: un mega cartel en la parcela donde la Junta no hace el tercer hospital, otro en el cruce de Cánovas donde no se hace el soterramiento, uno más en los solares donde el Ayuntamiento no construye VPO, y otro, y otro, y otro… Y no sólo carteles; por ejemplo, en los atascos podría pasar una moto con megafonía repitiendo la consigna ‘este colapso es una gentileza del Ayuntamiento’; y en verano una avioneta podría anunciar a los bañistas que las aguas están sucias gracias a Medio Ambiente. En fin, esto puede dar mucho de sí; pero desde luego se trata de una técnica mediocre para excitar los instintos primarios de los ciudadanos frustrados en lugar de explorar soluciones.
A menudo las relaciones institucionales son una guerra sin cuartel; y ahora también una guerra con cartel.
Teodoro León Gross.
DEMAGOGIA DEL SEÑOR LEON, QUE NO HA INVESTIGADO LO MAS MINIMO. A ESTE SEÑOR SE LE VE SU COLOR POLITICO. QUE OPINE LO QUE QUIERA Y SIENTA COMO LE PAREZCA, PERO QUE NO JUEGUE CON LOS HECHOS.
Me consta: los terrenos no estaban disponibles cuando se ordenó redactar el Proyecto del Paseo Marítimo, sí – por el contrario - cuando – de manera efectiva - se iniciaron los trabajos de redacción del Proyecto.
Si hubiese habido la mas mínima buena voluntad por parte del gobierno, hubiese bastado redactar el proyecto en dos fases, con lo que, de esa manera, también podría haberse licitado en dos fases; de manera simultánea caso de que – como así fue – los terrenos hubiesen estado disponibles a tiempo. Se trataba por parte de Medio Ambiente de poner de manifiesto que el Ayuntamiento no “había hecho los deberes”.
El gobierno – incapaz en su falta de sentido democrático – de asumir que el color político municipal no es el suyo, ha ninguneado a la Corporación que se desgañitó, en su día, advirtiendo a Costas que los terrenos estaban disponibles, ante la indiferencia de los de Medio Ambiente. En
http://diarionacional-jirosende.blogspot.com/2009/03/de-la-torre-se-suelta-el-pelo.html
se afirma:

Desde la Demarcación de Costas, sin embargo, se argumenta que el proyecto se planteó hasta ese punto «porque eran los terrenos que el Ayuntamiento puso a disposición para ello y entonces se dijo - ¿POR PARTE DE QUIEN SE DIJO, LO DIJO COSTAS? - que la continuación se abordaría más adelante».

No es la primera vez que se intenta torpedear al Ayuntamiento. Con el Metro se intentó una jugada aun peor. Se intentó – por parte de la Junta – iniciar las obras sin haber ni siquiera comenzado los desvíos previstos. Afortunadamente el Alcalde “se plantó” y – acusado un día sí, otro también – de ser el culpable de los retrasos, se mantuvo en su posición, impertérrito, hasta que no se dispuso de los desvíos del tránsito.
Afortunadamente fue así: de lo contrario, el caos en la circulación hubiese sido paralizante; fracasaron, pues, en su intento de encauzar las iras populares en su beneficio: es que son unos choricetes de medio pelete.