Pues no, ningún movimiento, ninguna seña, ningún guiño, ninguna pista de que van a cambiar algo relevante, algo importante, algo estructural y de calado.
Nada, ni indicios. Medidas urgentes y de impacto mediático efímero, desagües económicos de dinero publico recaudado, confiscado, a los trabajadores, a los autónomos y a los empresarios no adheridos al “New Regime”, aleatorios pero previsibles, dado, entregado, ofrecido, sólo a quien decide el dedo adjudicador y que se dirigen ¡0h casualidad aliada! ,siempre a los mismos cuervos posados en las escalinatas del poder.
Esta sociedad está, no ya dormida, esta muerta, en irreversibilidad y se enfría, pronto empezará el proceso de descomposición, ya saben, las moscas, las larvas, los gusanos, se irán comiendo el soporte físico identitario, la envoltura y las partes blandas, las vísceras y los órganos. Hasta que se oiga el grito de “sálvese quien pueda”, los Barcenas y las Leires, a miles que son, seguirán consumiendo con sus astronómicas remuneraciones las últimas monedas de cobre de las arcas vacías. Pronto estas serán lugar de anidada de arañas que tejerán telarañas para pescar a las moscas del cadáver y los recaudadores ociosos se dedicarán a ordeñar a las flacas vacas restantes y sacarles los últimos chorros de leche que las escuálidas ubres puedan producir.
Y las cómplices Asociaciones, Colegios, Sindicatos, o Agrupaciones, torvas de mirar a otro lado y ensayando silbidos de despiste. Sus dirigentes son la base del sistema y sus intereses son los que tratan de proteger, desde la corrección política, no la de los afiliados al parecer de sus silencios y sus actuaciones.
Ya no hay pastos, están asolados, ya no hay bosques, los han talado, ya no se ven las playas ni los paisajes, los han tapado con construcciones paradas, en esqueletos horripilantemente grises. Los buitres con siglas de colores grabadas en sus envergadas alas, con sus imágenes corporativas y sus propagandas esperan que los estertores acaben para abatirse sobre la escuálida presa, seleccionar lo mas carnoso que quede y tratar de preservarlo, ahumarlo y conservarlos para venderlo luego, blanqueadito a otros “clientes”, igual de pardillos que a quienes se los despojaron.
No desisten, insisten. Sueñan con volver al reciente pasado del, según el caso, Audi, Jaguar o Bentley, del oropel del Beluga y el Vega Sicilia, del alterne caro y del “Ketch” o la Ferretti, del Loft, Dúplex, Pent-House, Chatelet o Manor, según dureza de la cara.
Se empeñan en que esto es un sueño, un mal sueño del que se van a despertar en un momento y que dócilmente volveremos a las minas a extraerles el mineral dorado para pagar sus altísimas prebendas y sus monumentales “chollos”, de los que nos iremos enterando a medida que no haya para tapar bocas. Véase lo de TVE, yo también y tú tampoco. Asimismo los o las Ex, son quienes más ayudarán a la limpieza, claro. Como los que tienen un numero cercano en la lista de su “lotería piñatera”, que casi ya “le tocaba” el pelotazo y ahora ya no hay nada. La Traviata van a cantar.
No les agoto, está claro, o nos movilizamos o nos vamos al exilio y les dejamos con su Monopoly donde somos las figuritas decorativas de los aledaños de sus impresionantes propiedades, que parecemos afanadas abejitas productoras de lo que ellos esquilman a discreción. Barra libre para ellos, las migajas que no lanzan, que caen, de sus banquetes para el resto. Mientras les dejemos, mientras consintamos.
A reflexionar.
L. Soriano.
Nada, ni indicios. Medidas urgentes y de impacto mediático efímero, desagües económicos de dinero publico recaudado, confiscado, a los trabajadores, a los autónomos y a los empresarios no adheridos al “New Regime”, aleatorios pero previsibles, dado, entregado, ofrecido, sólo a quien decide el dedo adjudicador y que se dirigen ¡0h casualidad aliada! ,siempre a los mismos cuervos posados en las escalinatas del poder.
Esta sociedad está, no ya dormida, esta muerta, en irreversibilidad y se enfría, pronto empezará el proceso de descomposición, ya saben, las moscas, las larvas, los gusanos, se irán comiendo el soporte físico identitario, la envoltura y las partes blandas, las vísceras y los órganos. Hasta que se oiga el grito de “sálvese quien pueda”, los Barcenas y las Leires, a miles que son, seguirán consumiendo con sus astronómicas remuneraciones las últimas monedas de cobre de las arcas vacías. Pronto estas serán lugar de anidada de arañas que tejerán telarañas para pescar a las moscas del cadáver y los recaudadores ociosos se dedicarán a ordeñar a las flacas vacas restantes y sacarles los últimos chorros de leche que las escuálidas ubres puedan producir.
Y las cómplices Asociaciones, Colegios, Sindicatos, o Agrupaciones, torvas de mirar a otro lado y ensayando silbidos de despiste. Sus dirigentes son la base del sistema y sus intereses son los que tratan de proteger, desde la corrección política, no la de los afiliados al parecer de sus silencios y sus actuaciones.
Ya no hay pastos, están asolados, ya no hay bosques, los han talado, ya no se ven las playas ni los paisajes, los han tapado con construcciones paradas, en esqueletos horripilantemente grises. Los buitres con siglas de colores grabadas en sus envergadas alas, con sus imágenes corporativas y sus propagandas esperan que los estertores acaben para abatirse sobre la escuálida presa, seleccionar lo mas carnoso que quede y tratar de preservarlo, ahumarlo y conservarlos para venderlo luego, blanqueadito a otros “clientes”, igual de pardillos que a quienes se los despojaron.
No desisten, insisten. Sueñan con volver al reciente pasado del, según el caso, Audi, Jaguar o Bentley, del oropel del Beluga y el Vega Sicilia, del alterne caro y del “Ketch” o la Ferretti, del Loft, Dúplex, Pent-House, Chatelet o Manor, según dureza de la cara.
Se empeñan en que esto es un sueño, un mal sueño del que se van a despertar en un momento y que dócilmente volveremos a las minas a extraerles el mineral dorado para pagar sus altísimas prebendas y sus monumentales “chollos”, de los que nos iremos enterando a medida que no haya para tapar bocas. Véase lo de TVE, yo también y tú tampoco. Asimismo los o las Ex, son quienes más ayudarán a la limpieza, claro. Como los que tienen un numero cercano en la lista de su “lotería piñatera”, que casi ya “le tocaba” el pelotazo y ahora ya no hay nada. La Traviata van a cantar.
No les agoto, está claro, o nos movilizamos o nos vamos al exilio y les dejamos con su Monopoly donde somos las figuritas decorativas de los aledaños de sus impresionantes propiedades, que parecemos afanadas abejitas productoras de lo que ellos esquilman a discreción. Barra libre para ellos, las migajas que no lanzan, que caen, de sus banquetes para el resto. Mientras les dejemos, mientras consintamos.
A reflexionar.
L. Soriano.
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