EL G-20 DECIDE EN UN DÍA "SALVAR EL MUNDO" CON 5 BILLONES DE DÓLARES.
Los mandatarios de los países que componen el G-20 dedican más tiempo a comer y posar para la sesión de fotos con la prensa que a discutir sobre la profunda crisis económica y financiera global, apenas once minutos por intervención.
Muchos han depositado grandes esperanzas en la cumbre del G-20 que se celbra este jueves en Londres para tratar de alcanzar un acuerdo que logre frenar la sangría económica que está provocando la gran recesión mundial. Sin embargo, tal confianza podría resultar exagerada si se atiende al tiempo real que van a dedicar los líderes mundiales a la búsqueda de soluciones.La sesión se prolonga desde las 7:30 horas de la mañana hasta las 15:30 horas de este jueves. Es decir, apenas ocho horas de reunión, ó 480 minutos. Lo curioso es que la llegada de los mandatarios consumió casi 55 minutos, y otros 90 minutos se han reservado para el desayuno de los líderes políticos, según el calendario oficial de la cumbre. La foto de familia ante la prensa supone, sin duda, el mayor consumo de recursos: casi 155 minutos de colocaciones estratégicas marcadas por el buen hacer diplomático para lograr una bonita imagen de concordia ante la opinión pública mundial.De este modo, la sesión plenaria dio comienzo a las 10:20 horas de la mañana, aproximadamente. ¿Conclusión? Los representantes políticos apenas dispondrán de entre 220 y 260 minutos para proponer medidas concretas frente a la crisis. Suponiendo que las intervenciones serán equitativas cada líder político de los 20 países del G-20 tendrá de una media aproximada de 11 minutos para ofrecer su particular receta. A ello, se suma que a la reunión asisten otros representantes destacados de organismos internacionales de diversa índole, tales como el Fondo Monetario Internacional, el Foro de estabilidad Financiera, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, o países invitados (es el caso de España y Holanda). Unos 30 asistentes en total.
Con todo, y suponiendo que tomen la palabra el conjunto de asistentes, el tiempo se reduciría a unos 7 minutos escasos por intervención para convencer al resto de las medidas a aplicar Todo un reto para tratar resolver la mayor crisis económica que sufre el planeta desde la Gran Depresión de los años 30. De todas formas hay que tener en cuenta que este tipo de reuniones se preparan en bambalinas, y es aquí donde los asesores de los distintos gobiernos acercan posturas. Pese a ello, la realidad es que los líderes del G-20 pretenden salvar el la economía del mundo en 11 minutos, como mucho, y siendo generosos.
Los mandatarios de los países que componen el G-20 dedican más tiempo a comer y posar para la sesión de fotos con la prensa que a discutir sobre la profunda crisis económica y financiera global, apenas once minutos por intervención.
Muchos han depositado grandes esperanzas en la cumbre del G-20 que se celbra este jueves en Londres para tratar de alcanzar un acuerdo que logre frenar la sangría económica que está provocando la gran recesión mundial. Sin embargo, tal confianza podría resultar exagerada si se atiende al tiempo real que van a dedicar los líderes mundiales a la búsqueda de soluciones.La sesión se prolonga desde las 7:30 horas de la mañana hasta las 15:30 horas de este jueves. Es decir, apenas ocho horas de reunión, ó 480 minutos. Lo curioso es que la llegada de los mandatarios consumió casi 55 minutos, y otros 90 minutos se han reservado para el desayuno de los líderes políticos, según el calendario oficial de la cumbre. La foto de familia ante la prensa supone, sin duda, el mayor consumo de recursos: casi 155 minutos de colocaciones estratégicas marcadas por el buen hacer diplomático para lograr una bonita imagen de concordia ante la opinión pública mundial.De este modo, la sesión plenaria dio comienzo a las 10:20 horas de la mañana, aproximadamente. ¿Conclusión? Los representantes políticos apenas dispondrán de entre 220 y 260 minutos para proponer medidas concretas frente a la crisis. Suponiendo que las intervenciones serán equitativas cada líder político de los 20 países del G-20 tendrá de una media aproximada de 11 minutos para ofrecer su particular receta. A ello, se suma que a la reunión asisten otros representantes destacados de organismos internacionales de diversa índole, tales como el Fondo Monetario Internacional, el Foro de estabilidad Financiera, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, o países invitados (es el caso de España y Holanda). Unos 30 asistentes en total.
Con todo, y suponiendo que tomen la palabra el conjunto de asistentes, el tiempo se reduciría a unos 7 minutos escasos por intervención para convencer al resto de las medidas a aplicar Todo un reto para tratar resolver la mayor crisis económica que sufre el planeta desde la Gran Depresión de los años 30. De todas formas hay que tener en cuenta que este tipo de reuniones se preparan en bambalinas, y es aquí donde los asesores de los distintos gobiernos acercan posturas. Pese a ello, la realidad es que los líderes del G-20 pretenden salvar el la economía del mundo en 11 minutos, como mucho, y siendo generosos.
FORTALECER LA SUPERVISIÓN INTERNACIONAL.
La cumbre se centrará en solicitar más medios y más poderes para cuatro organismos internacionales a los que identifican como pilares básicos para salir de la crisis, según el borrador de las conclusiones de la cumbre que adelanta el diario francés Le Monde en su página web.Se trata del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), el Foro de Estabilidad Financiera (FSF) y la Organización Mundial de Comercio (OMC). "Sus medios serán reforzados y sus poderes ampliados", según el diario vespertino, que añade que se tomarán las medidas necesarias para que los países emergentes estén representados en función de su peso económicos en dichos organismos, informa Efe.Para el FMI, entre otras cuestiones, los líderes mundiales propondrán 500.000 millones de dólares adicionales que le permitirán ejercer un nuevo papel de control de los desequilibrios macroeconómicos mundiales y apoyar más activamente a los países en dificultades. El G-20 pedirá además que se acelere la discusión sobre el reparto de poder en ese organismo y que la reforma sobre los derechos de voto se cierre "de aquí a la primavera de 2011", añade el diario.En cuanto al FSF, el borrador propone transformar esta institución en un Consejo de estabilidad financiera, con una estructura permanente, para convertirla en el "gendarme mundial de los mercados y las instituciones financieras".El BM deberá prestar más y, por lo tanto, será invitado, al igual que las demás entidades bancarias de desarrollo regional, a aumentar su capacidad de préstamos de 200.000 a 300.000 millones de dólares para el periodo 2009-2011. Y para la OMC, el G-20 instará a la organización al cierre del ciclo de la liberalización de Doha y a que vigile a los países que instauren nuevas barreras comerciales.El periódico galo precisa que los jefes de Estado o de Gobierno anunciarán además una serie de medidas internacionales para reglamentar las remuneraciones y las primas de los banqueros y operadores de mercado.
EL ÓRDAGO DE PEKÍN. LA MISIÓN OCULTA DE CHINA EN EL G-20: SUSTITUIR A EEUU PARA LIDERAR EL "NUEVO ORDEN MUNDIAL".
Más allá de la configuración de una nueva "arquitectura" financiera, la profunda crisis global esconde una auténtica pugna de liderazgo. La insistencia de China por crear una superdivisa revela que el gigante asiático aspira a sustituir la hegemonía económica de EEUU.
EL ÓRDAGO DE PEKÍN. LA MISIÓN OCULTA DE CHINA EN EL G-20: SUSTITUIR A EEUU PARA LIDERAR EL "NUEVO ORDEN MUNDIAL".
Más allá de la configuración de una nueva "arquitectura" financiera, la profunda crisis global esconde una auténtica pugna de liderazgo. La insistencia de China por crear una superdivisa revela que el gigante asiático aspira a sustituir la hegemonía económica de EEUU.
L. D.
NI UNA PALABRA DE “AUSTERIDAD”.
Tienen miles de asesores y saben mucho la mayoría. Pero yo he echado de menos una llamada a la austeridad. Y voy a explicar mi plan doméstico, que la macroeconomía no es cosa de pequeños empresarios.
Supongamos que soy un pequeño empresario, que mi empresa es viable, que estoy pagando mi vivienda – ya falta poco – y que tengo una familia y en total somos cuatro personas.
En la empresa solamente estaré dispuesto a endeudarme – muy moderadamente – para gastarlo en I + D + I, el futuro de la entidad, lo que conseguirá hacerla más productiva en el futuro.
A los pocos empleados, he de advertirles que de dilapidar, nada: que les huele el culo a pólvora. Ni un solo gasto inútil o innecesario. ¿En plan drástico? No: en plan soviético.
A mi mujer, se le acabaron los trapitos por unos años. ¿Para qué los quiere si de salidas, a la playa – que es gratis - y basta? Y con la nevera portátil y la tortilla. Esto es lo que hay.
Advertiré a mis hijos que – por unos años – solo gastaré en su educación – se acabó la paga semanal, el que quiera dinero que trabaje si puede - buen colegio, mejor universidad, idiomas que se hablen por el mundo. Nada de dialectos inútiles, como gallego, vascuence, catalán y otras catetadas.
Pero si mis empleados dilapidan, mi mujer me “sisa” y mis hijos “meten mano” en la cartera, apaga y vámonos. Y eso, precisamente eso, es lo que está pasando en España.
No se puede celebrar – como Dios manda - el Día de las Fuerzas Armadas – Rajoy estará encantado, pues los Desfiles se le antojan un coñazo - para ahorrar, en tanto un F 18 se cae por falta de mantenimiento, para ahorrar y no pueden desplazarse desde San Fernando, hasta Málaga el Viernes Santo 32 Infantes de Marina, para ahorrar. Pero se mantienen las “embajadas autonómicas” – y tantas otras cosas – para que voten a Corto Zapatero… aunque no lo hagan siempre.
AUSTERIDAD, COÑO.
Tienen miles de asesores y saben mucho la mayoría. Pero yo he echado de menos una llamada a la austeridad. Y voy a explicar mi plan doméstico, que la macroeconomía no es cosa de pequeños empresarios.
Supongamos que soy un pequeño empresario, que mi empresa es viable, que estoy pagando mi vivienda – ya falta poco – y que tengo una familia y en total somos cuatro personas.
En la empresa solamente estaré dispuesto a endeudarme – muy moderadamente – para gastarlo en I + D + I, el futuro de la entidad, lo que conseguirá hacerla más productiva en el futuro.
A los pocos empleados, he de advertirles que de dilapidar, nada: que les huele el culo a pólvora. Ni un solo gasto inútil o innecesario. ¿En plan drástico? No: en plan soviético.
A mi mujer, se le acabaron los trapitos por unos años. ¿Para qué los quiere si de salidas, a la playa – que es gratis - y basta? Y con la nevera portátil y la tortilla. Esto es lo que hay.
Advertiré a mis hijos que – por unos años – solo gastaré en su educación – se acabó la paga semanal, el que quiera dinero que trabaje si puede - buen colegio, mejor universidad, idiomas que se hablen por el mundo. Nada de dialectos inútiles, como gallego, vascuence, catalán y otras catetadas.
Pero si mis empleados dilapidan, mi mujer me “sisa” y mis hijos “meten mano” en la cartera, apaga y vámonos. Y eso, precisamente eso, es lo que está pasando en España.
No se puede celebrar – como Dios manda - el Día de las Fuerzas Armadas – Rajoy estará encantado, pues los Desfiles se le antojan un coñazo - para ahorrar, en tanto un F 18 se cae por falta de mantenimiento, para ahorrar y no pueden desplazarse desde San Fernando, hasta Málaga el Viernes Santo 32 Infantes de Marina, para ahorrar. Pero se mantienen las “embajadas autonómicas” – y tantas otras cosas – para que voten a Corto Zapatero… aunque no lo hagan siempre.
AUSTERIDAD, COÑO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario