EL TRUCO DEL ALMENDRUCO.-

ASESORES FISCALES MALAGUEÑOS, ALERTAN DE QUE EL 80% DE LOS BORRADORES DE HACIENDA TIENEN ERRORES. LAS DEDUCCIONES POR HIJOS, HIPOTECAS, CUENTA VIVIENDA O DONATIVOS SON LAS PRINCIPALES AUSENCIAS ASESORES FISCALES ACONSEJAN REVISAR EL DOCUMENTO ANTES DE CONFIRMARLO.
Para muchos malagueños, la confección de la declaración de la renta se convierte cada año en un auténtico galimatías. Dispuesta a allanar el camino a quienes sienten la angustia de tener que zambullirse entre montañas de papeles, la Agencia Tributaria puso en marcha en 2003 el servicio de envío de borradores. Este sistema, que ha ido ganando adeptos desde entonces, se ha transformado en todo un salvavidas para los que temen hacer números. Sin embargo, la comodidad del atajo puede acabar siendo contraproducente. Y es que, según advierten los asesores fiscales, ocho de cada diez documentos confeccionados por el fisco llegan incompletos. Los profesionales aseguran que la inmensa mayoría no recogen todas las deducciones que aportan un balón de oxígeno a las cuentas de los contribuyentes.
Ante este panorama, y cuando apenas quedan tres semanas para que finalice el plazo para rendir cuentas con Hacienda -el último día es el 2 de julio, o el 25 de junio si se domicilia el pago- los gestores administrativos alertan de que muchos declarantes pagarán más de lo que verdaderamente deberían por el simple hecho de no revisar bien los borradores y desconocer los supuestos que arañan euros a su renta. LEERLOS «CON LUPA».
Es por ello que Jose María Muñoz, delegado en Málaga de la Asociación Española de Asesores Fiscales, aconseja revisar los textos «con lupa». Ojo con darles el visto bueno a la ligera. «Hay mucha gente que parte de la base de que los datos que le envía Hacienda son los correctos y no se para siquiera a cuestionarlos. Ahí está el error», subraya Muñoz, que hace hincapié en la importancia de comprobar «uno por uno» todos los puntos del borrador. «De hecho, la mayoría de las declaraciones que hemos revisado en el despacho estaban mal», ilustra.
Preguntados por las ausencias más comunes en los documentos que confecciona el fisco, los asesores consultados coinciden en que buena parte de los borradores no contemplan las deducciones por tener constituida una hipoteca o por realizar aportaciones a una cuenta ahorro vivienda. «En estos campos suele haber muchos errores, ya que son innumerables los textos que no reflejan las desgravaciones que le corresponden al usuario», sentencia Eduardo Cortés, asesor fiscal y secretario de la Asociación de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales de Andalucía.
El problema es que estos olvidos salen muy caros. En la calle hay miles de testimonios. Ester R. - por ejemplo - cuenta que el borrador le salía a devolver 260 euros. Cantidad que le extrañó porque en el ejercicio anterior había triplicado las aportaciones a su a cuenta vivienda. Al revisar la declaración con su asesor, comprobó que no se la habían tenido en cuenta y que le correspondían cerca de 1.000 euros. A Javier L le ocurrió lo mismo pero con el préstamo hipotecario. Según el borrador le debían un reintegro de 29 euros. Por suerte, su asesor le corrigió: hecho el ajuste, Hacienda tenía que devolverle más de 900.
A mi me “meten” un piso en Barbate, vendido en 1998. Llevo dos años, enviando copia de Nota Registral, pero ni por esas. Este año, les envié el siguiente escrito. Algunos, con razón, me denominan “irredento”.
ASUNTO: Errores sistemáticos y recurrentes, en la confección del Borrador de Declaración IRPF.-
Ya el pasado ejercicio, hube de rechazar el Borrador que me enviaron, al adjudicarme – ignoro por que razón y bien que me gustaría saberlo – un inmueble en Barbate (Cádiz), que no está registrado a mi nombre desde finales de la década de los años noventa – casi diez años ha - lo que puse de manifiesto aportándoles a ustedes, Nota Simple del Registro de la Propiedad correspondiente.
Este año, han vuelto a empecinarse en incurrir en el mismo error, por lo que el Borrador, tampoco me ha sido de la más mínima utilidad.
Me molesta el tema en el plano particular, y así mismo, en tanto que ciudadano.
En el plano particular, porque ante la opinión pública consta que me envían algo útil, cuando en realidad es un trasto inútil que termina en la papelera: su más noble final.
En tanto que ciudadano, porque preferiría que la persona o personas que se dedican a tal tarea, no pierdan tiempo y productividad: no en balde abono parte de su salario.
Por otra parte, resulta un completo y total absurdo, que yo no declare como de mi propiedad semejante inmueble y esa Agencia no impugne mi Declaración, desestimando la posibilidad de mantener su posición sobre la propiedad del piso y aceptando mi tesis de hecho.
¿En que quedamos? Si aceptan mi tesis en la Declaración, pienso que será porque reconocen que el inmueble no es mío, y si lo reconocen ¿por qué lo incluyen en el Borrador?
¿Desidia, desinterés, desprecio hacia el ciudadano, incompetencia, “flojera”, o “simplemente María”? Desde luego que rigor y seriedad, NO. De continuar “así”, tendré que cantarles la conocida sevillana: “No me mandes papeles… aunque sí que sepa leer”.
Adjunto – en alarde de paciencia – facsimil de la Nota Registral.
¿Será necesario que el tema salga a la luz pública en los Medios de Comunicación?
Atentamente,
COMPRAS SOBRE PLANO.
Las gestorías advierten asimismo de que hay que controlar los pagos realizados a promotoras, en los casos de compra sobre plano. «Los promotores no tienen por qué informar, de modo que esos desembolsos que pueden ser deducibles no aparecen en los borradores», exponen.
Otros errores comunes consisten en obviar datos personales del declarante. «Si hay cambios en la unidad familiar, como el nacimiento de un hijo, a no ser que la madre haya pedido la paga de los 100 euros, lo normal es que en Hacienda no conste», revela Cortés quien añade otra falta frecuente: los donativos, las aportaciones a sindicatos o las deducciones por seguros de vida vinculados a hipotecas.
Fuentes de la Agencia Tributaria, por su parte, han insistido en varias ocasiones en que el borrador «sólo es eso», es decir, «una propuesta de declaración que debe ser revisada por el contribuyente», y que hasta su confirmación únicamente tiene «efectos informativos». Para evitar sorpresas, los gestores recomiendan repasar la declaración con un experto, cuyo coste ronda entre los 60 y los 90 euros.

ALMUDENA NOGUÉS/MÁLAGA.