EL EMBAJADOR EN LA OTAN AVISÓ DE LA IRRITACIÓN DE LOS ALIADOS POR LA SALIDA UNILATERAL DE KOSOVO. REMITIÓ DOS TELEGRAMAS A MORATINOS CON EL DISGUSTO DE EE. UU. Y LAS CRÍTICAS DE ALEMANIA, ITALIA Y OTROS PAÍSES.
El embajador representante permanente de España en la Alianza Atlántica, Carlos Miranda, transmitió al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el «disgusto» y la «irritación» de Estados Unidos y del secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, por la decisión de España de retirar sus tropas de Kosovo. Así se desprende de los telegramas enviados por Miranda a Moratinos el mismo día 19, para dar cuenta de su conversación con el embajador estadounidense ante la OTAN, y, el día 20, para comunicar el contenido de la reunión del Consejo Atlántico.
Miranda relata, en el primero de los telegramas, a los que tuvo acceso ABC, que esa misma mañana, el embajador de Estados Unidos ante la Alianza - que había sido informado por Washington de la decisión española - le mostró “su profundo disgusto”, subrayando que en la última reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, que tuvo lugar el 5 de marzo, se había acordado mantener el nivel de fuerzas. El embajador norteamericano aprovechó para reclamar a España que, a partir de ahora, contribuya al fondo fiduciario para la fuerza de seguridad kosovar.
IRRITACIÓN ALIADA.
Miranda, que al parecer se enteró de la decisión española por el secretario general de la Alianza Atlántica, a quien la ministra de Defensa, Carmennnn Chacón, se lo había comunicado la noche anterior, señala en el segundo telegrama que De Hoop Scheffer expresó en la citada reunión con los embajadores aliados su «preocupación, que llegó a calificar de irritación» por el repliegue de fuerzas en los Balcanes, que, en su opinión se va a realizar de forma descoordinada. Scheffer subrayó que está recibiendo «todo tipo de críticas por la falta de coordinación en el seno de la Alianza», uno de cuyos pilares son las consultas entre los países aliados antes de tomar una decisión que puede afectar al resto.
Las críticas del secretario general no fueron las únicas expresadas en la reunión. Así, el embajador de Alemania advirtió de que su país no quiere que en la próxima cumbre del sesenta aniversario de la OTAN, en Estrasburgo y Kehl, se produzca una discusión sobre la retirada de Kosovo basada en «decisiones unilaterales». En la misma línea se pronunciaron los representantes de Estados Unidos, Italia, Luxemburgo, República Checa, Noruega, Grecia y Rumania, países estos dos últimos, que tampoco han reconocido la declaración de independencia de la provincia serbia.
PROMESAS DE FLEXIBILIDAD.
Ante este aluvión de críticas, el embajador español hizo lo que pudo, recordando la contribución española a la estabilidad en los Balcanes y, en particular, en Kosovo, durante más de diez años y asegurando que el repliegue se hará de forma coordinada con las autoridades militares de la OTAN y con «flexibilidad» en el tiempo.
SOCIOS COMO GRECIA O RUMANÍA, QUE TAMPOCO RECONOCEN A KOSOVO, SE QUEJARON DE QUE EL DEBATE EN LA CUMBRE DE LA ALIANZA SE HAGA EN BASE A LA DECISIÓN TOMADA POR ESPAÑA SIN CONTAR CON EL RESTO.
Carlos Miranda, conde de Casa Miranda, un experimentado diplomático español, de afiliación socialista, que ocupó altos cargos con Felipe González y ya fue otra vez embajador en la OTAN, expone en sus telegramas la recomendación de que se actúe con flexibilidad y de manera escalonada a la hora de llevar a cabo el repliegue, consciente de que la decisión de la retirada no ha sido bien acogida y que el preaviso realizado fue muy corto.
Los telegramas remitidos por Miranda ponen de relieve el profundo malestar provocado por la decisión española en la mayoría de los aliados y también que el Ministerio de Asuntos Exteriores quedó al margen de toda la operación, ya que también el embajador en Washington, Jorge Dezcallar, se enteró de la retirada de las tropas a través de los propios norteamericanos. La credibilidad de ambos diplomáticos e incluso del propio ministro Moratinos ante sus interlocutores puede verse afectada por el error cometido por la titular de Defensa, a la que Zapatero, en cualquier caso, ha respaldado.
CHOQUE LEÓN-CHACÓN.
El secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León, no dudó, en declaraciones a la Ser, en cuestionar la gestión de la retirada de las tropas hecha por la ministra. Y ello a pesar de que, según Europa Press, que cita fuentes gubernamentales, Chacón le había pedido que explicara públicamente la «comprensión» de Estados Unidos de la decisión española, después de que León se entrevistara en Washington con James L. Jones, el consejero de Seguridad Nacional de Barak Obama.
La «comprensión» norteamericana se debió, según León, a la promesa de que el repliegue se prolongaría el tiempo que fuera necesario. El malestar de Chacón habría hecho que la ministra pidiera a Zapatero su respaldo en la confrontación, y, tras obtenerlo, difundió un comunicado insistiendo en que el grueso de la fuerza volverá a casa antes de que finalice el verano.
Según las mismas fuentes, Chacón habría decidido, de acuerdo con Zapatero, «precipitar» el anuncio de la retirada ante la posibilidad de que en la cumbre del 60 aniversario de la OTAN los próximos días 3 y 4 de abril, se acordaran nuevas misiones para la KFOR, que España no podría asumir.
ULTIMA HORA: LITUANIA, “APROVECHA” Y SE LARGA.
NO NOS OLVIDEMOS DE LA ECONOMIA.
El paro no subirá tanto este mes: han contratado a 50.000 personas, en el Plan “E”.
ABC.
El embajador representante permanente de España en la Alianza Atlántica, Carlos Miranda, transmitió al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el «disgusto» y la «irritación» de Estados Unidos y del secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, por la decisión de España de retirar sus tropas de Kosovo. Así se desprende de los telegramas enviados por Miranda a Moratinos el mismo día 19, para dar cuenta de su conversación con el embajador estadounidense ante la OTAN, y, el día 20, para comunicar el contenido de la reunión del Consejo Atlántico.
Miranda relata, en el primero de los telegramas, a los que tuvo acceso ABC, que esa misma mañana, el embajador de Estados Unidos ante la Alianza - que había sido informado por Washington de la decisión española - le mostró “su profundo disgusto”, subrayando que en la última reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, que tuvo lugar el 5 de marzo, se había acordado mantener el nivel de fuerzas. El embajador norteamericano aprovechó para reclamar a España que, a partir de ahora, contribuya al fondo fiduciario para la fuerza de seguridad kosovar.
IRRITACIÓN ALIADA.
Miranda, que al parecer se enteró de la decisión española por el secretario general de la Alianza Atlántica, a quien la ministra de Defensa, Carmennnn Chacón, se lo había comunicado la noche anterior, señala en el segundo telegrama que De Hoop Scheffer expresó en la citada reunión con los embajadores aliados su «preocupación, que llegó a calificar de irritación» por el repliegue de fuerzas en los Balcanes, que, en su opinión se va a realizar de forma descoordinada. Scheffer subrayó que está recibiendo «todo tipo de críticas por la falta de coordinación en el seno de la Alianza», uno de cuyos pilares son las consultas entre los países aliados antes de tomar una decisión que puede afectar al resto.
Las críticas del secretario general no fueron las únicas expresadas en la reunión. Así, el embajador de Alemania advirtió de que su país no quiere que en la próxima cumbre del sesenta aniversario de la OTAN, en Estrasburgo y Kehl, se produzca una discusión sobre la retirada de Kosovo basada en «decisiones unilaterales». En la misma línea se pronunciaron los representantes de Estados Unidos, Italia, Luxemburgo, República Checa, Noruega, Grecia y Rumania, países estos dos últimos, que tampoco han reconocido la declaración de independencia de la provincia serbia.
PROMESAS DE FLEXIBILIDAD.
Ante este aluvión de críticas, el embajador español hizo lo que pudo, recordando la contribución española a la estabilidad en los Balcanes y, en particular, en Kosovo, durante más de diez años y asegurando que el repliegue se hará de forma coordinada con las autoridades militares de la OTAN y con «flexibilidad» en el tiempo.
SOCIOS COMO GRECIA O RUMANÍA, QUE TAMPOCO RECONOCEN A KOSOVO, SE QUEJARON DE QUE EL DEBATE EN LA CUMBRE DE LA ALIANZA SE HAGA EN BASE A LA DECISIÓN TOMADA POR ESPAÑA SIN CONTAR CON EL RESTO.
Carlos Miranda, conde de Casa Miranda, un experimentado diplomático español, de afiliación socialista, que ocupó altos cargos con Felipe González y ya fue otra vez embajador en la OTAN, expone en sus telegramas la recomendación de que se actúe con flexibilidad y de manera escalonada a la hora de llevar a cabo el repliegue, consciente de que la decisión de la retirada no ha sido bien acogida y que el preaviso realizado fue muy corto.
Los telegramas remitidos por Miranda ponen de relieve el profundo malestar provocado por la decisión española en la mayoría de los aliados y también que el Ministerio de Asuntos Exteriores quedó al margen de toda la operación, ya que también el embajador en Washington, Jorge Dezcallar, se enteró de la retirada de las tropas a través de los propios norteamericanos. La credibilidad de ambos diplomáticos e incluso del propio ministro Moratinos ante sus interlocutores puede verse afectada por el error cometido por la titular de Defensa, a la que Zapatero, en cualquier caso, ha respaldado.
CHOQUE LEÓN-CHACÓN.
El secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León, no dudó, en declaraciones a la Ser, en cuestionar la gestión de la retirada de las tropas hecha por la ministra. Y ello a pesar de que, según Europa Press, que cita fuentes gubernamentales, Chacón le había pedido que explicara públicamente la «comprensión» de Estados Unidos de la decisión española, después de que León se entrevistara en Washington con James L. Jones, el consejero de Seguridad Nacional de Barak Obama.
La «comprensión» norteamericana se debió, según León, a la promesa de que el repliegue se prolongaría el tiempo que fuera necesario. El malestar de Chacón habría hecho que la ministra pidiera a Zapatero su respaldo en la confrontación, y, tras obtenerlo, difundió un comunicado insistiendo en que el grueso de la fuerza volverá a casa antes de que finalice el verano.
Según las mismas fuentes, Chacón habría decidido, de acuerdo con Zapatero, «precipitar» el anuncio de la retirada ante la posibilidad de que en la cumbre del 60 aniversario de la OTAN los próximos días 3 y 4 de abril, se acordaran nuevas misiones para la KFOR, que España no podría asumir.
ULTIMA HORA: LITUANIA, “APROVECHA” Y SE LARGA.
NO NOS OLVIDEMOS DE LA ECONOMIA.
El paro no subirá tanto este mes: han contratado a 50.000 personas, en el Plan “E”.
ABC.
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