COFRADIAS, ABORTO Y LAZO BLANCO.-

Se están diciendo tantas tonterías, tantas inexactitudes, se está confundiendo tanto a le gente, que es necesario poner las cosas en su sitio.
Las procesiones en Semana Santa son una manifestación de culto externo; ni más, ni menos. Se ha llegado a decir – se lo he oído a un viejo pellejo de pelo blanco, Arturo, que cobra de la Cuatro – que las procesiones no son progresistas. Toma; pues naturalmente: lo progresista es televisarlas en directo y dar trabajo a camareros y similares, a su amparo.
Tampoco es progresista el aborto, meterse en un atasco, o hacer cola para el médico. Y lo hacemos todos los días. Los cofrades, se supone que son – o han de ser – cristianos – católicos.
Un católico ha de estar contra el aborto: no cabe otra posición.
Cualquier ciudadano tiene todo el derecho del mundo a ponerse un lazo del color que le venga en gana.
Ninguna Junta o Agrupación de Cofradías tiene derecho – tampoco lo han intentado – a imponer el lazo blanco – tampoco a prohibirlo – a ninguna de sus Hermandades asociadas.
Ninguna Cofradía o Congregación puede obligar a sus cofrades o congregantes, a salir a la calle, con un lazo. Tampoco a que no lo lleven.
Cualquier ciudadano – incluso aunque sea católico – puede mostrar, de manera civilizada, su aplauso o rechazo ante cualquier Proyecto de Ley, guste o no a los “progresistas de bufanda”.
Es una falacia decir que no hay que mezclar la vida religiosa con la civil. Sería tanto como decir que, fuera de la iglesia, el individuo no podría votar, porque estaría mezclando su Fe – que va con él, de manera inseparable - con la política
Dicho esto, permitir a las menores que puedan abortar, no es sino una falta de sentido común, ligada a una apología del asesinato.
Sevilla – con tal de distinguirse de Córdoba – ha dicho NO. Y Málaga – como siempre – no sabe, no contesta.
Aun no se como me las voy a arreglar, pero he decidido poner un lazo blanco al blog.
Con tal de porculizar al bandido kosovar – y de llevar la contraria a los sevillanos - cualquier cosa.
Dicho lo que antecede ¡Viva la acracia feliz!