EL ISLAMISMO INVADE LAS CÁRCELES ESPAÑOLAS: UNA JAIMA MUSULMANA EN EL PATIO DE LA PRISIÓN DE SALAMANCA O DIETAS SIN CERDO EN CEUTA Y MELILLA.
La alarma viene de tiempo atrás y los funcionarios de prisiones lo llevan advirtiendo desde hace unos años: las cárceles españolas se están ‘islamizando’. A día de hoy, la población musulmana reclusa en España supera el 10% del total y se advierte de que los centros penitenciarios se estén convirtiendo en caldo de cultivo de yihadistas.
El número de presos musulmanes internos en cárceles del territorio español se acerca a los 10.000. Una cifra que preocupa especialmente a los funcionarios de prisiones, que advierten de la formación de ‘guetos’.
El Confidencial Digital ha podido conocer dos hechos recientes que han contribuido a aumentar esta inquietud de los funcionarios. Según las fuentes consultadas, en la prisión de Topas, en Salamanca, se organizó una jaima musulmana –una especie de tienda de campaña típica de lugares del norte de África- en pleno patio del centro penitenciario.
Los responsables de la cárcel dejaron durante algunos días la instalaciones, realizada, según las mismas fuentes, de una manera artesanal y rudimentaria. Posteriormente, procedieron a su desinstalación.
Otro detalle es el menú diario de algunas cárceles. Las fuentes penitenciarias consultadas aseguran que en los centros de Ceuta y Melilla, la dieta oficial no ofrece carne de cerdo. Los reclusos que deseen consumir ese tipo de carne, deben pedir a la dirección de la prisión una dieta especial.
Ante esta creciente ‘islamización’ de las prisiones españolas, los funcionarios de prisiones están intentando no agrupar a más de quince o veinte musulmanes en un mismo módulo. Ahora, esa dispersión comienza a resultar imposible debido a la saturación que existe en las prisiones españolas. Por ejemplo, denuncian, en algunos centros penitenciarios se encuentran recluidos más de 200 internos musulmanes. Por tanto, añaden estos funcionarios, con esta población no se les puede distribuir en módulos diferentes.
Y citan algunas cárceles como las de mayor riesgo: Teixeiro (La Coruña), La Moraleja (Palencia), Topas (Salamanca), y centros penitenciarios de Alicante, Ceuta y Melilla son los lugares donde la saturación de musulmanes empieza a ser alarmante.
ECD se ha puesto en contacto con la Dirección General de Instituciones Penitenciarias para conocer más detalles del crecimiento de reclusos musulmanes. Un portavoz oficial aseguró desconocer la construcción de la jaima en Topas y reconoció que en algunos centros hay dietas especiales para musulmanes, celiacos o diabéticos.
La alarma viene de tiempo atrás y los funcionarios de prisiones lo llevan advirtiendo desde hace unos años: las cárceles españolas se están ‘islamizando’. A día de hoy, la población musulmana reclusa en España supera el 10% del total y se advierte de que los centros penitenciarios se estén convirtiendo en caldo de cultivo de yihadistas.
El número de presos musulmanes internos en cárceles del territorio español se acerca a los 10.000. Una cifra que preocupa especialmente a los funcionarios de prisiones, que advierten de la formación de ‘guetos’.
El Confidencial Digital ha podido conocer dos hechos recientes que han contribuido a aumentar esta inquietud de los funcionarios. Según las fuentes consultadas, en la prisión de Topas, en Salamanca, se organizó una jaima musulmana –una especie de tienda de campaña típica de lugares del norte de África- en pleno patio del centro penitenciario.
Los responsables de la cárcel dejaron durante algunos días la instalaciones, realizada, según las mismas fuentes, de una manera artesanal y rudimentaria. Posteriormente, procedieron a su desinstalación.
Otro detalle es el menú diario de algunas cárceles. Las fuentes penitenciarias consultadas aseguran que en los centros de Ceuta y Melilla, la dieta oficial no ofrece carne de cerdo. Los reclusos que deseen consumir ese tipo de carne, deben pedir a la dirección de la prisión una dieta especial.
Ante esta creciente ‘islamización’ de las prisiones españolas, los funcionarios de prisiones están intentando no agrupar a más de quince o veinte musulmanes en un mismo módulo. Ahora, esa dispersión comienza a resultar imposible debido a la saturación que existe en las prisiones españolas. Por ejemplo, denuncian, en algunos centros penitenciarios se encuentran recluidos más de 200 internos musulmanes. Por tanto, añaden estos funcionarios, con esta población no se les puede distribuir en módulos diferentes.
Y citan algunas cárceles como las de mayor riesgo: Teixeiro (La Coruña), La Moraleja (Palencia), Topas (Salamanca), y centros penitenciarios de Alicante, Ceuta y Melilla son los lugares donde la saturación de musulmanes empieza a ser alarmante.
ECD se ha puesto en contacto con la Dirección General de Instituciones Penitenciarias para conocer más detalles del crecimiento de reclusos musulmanes. Un portavoz oficial aseguró desconocer la construcción de la jaima en Topas y reconoció que en algunos centros hay dietas especiales para musulmanes, celiacos o diabéticos.
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