CAOS EN BARAJAS.-

UN EMPLEADO DE IBERIA A UN PASAJERO SIN AVIÓN: 'ESTO ES COMO LA LISTA DE SCHINDLER'
Entre los 45.000 afectados por los retrasos y cancelaciones en el aeropuerto de Madrid Barajas, según los datos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), se encuentra una familia italiana que viaja, o lo intentaba, con su hijo pequeño. Su periplo, que aún no ha acabado, se ha visto aderezado con horas y horas de espera, enfrentamientos con la Guardia Civil y un desmayo.
Su plan era viajar desde Brasil hasta Venecia haciendo escala en Madrid, pero tuvieron la mala suerte de que la escala tenía lugar este viernes, cuando a causa de la tormenta de nieve Barajas estuvo más de cinco horas cerrado.
Según explicó la familia, empleados de Iberia les dijeron que tendrían que volar de Brasil a Sevilla y desde allí trasladarse hasta Madrid en el AVE, lo que corría por cuenta de la aerolínea. Después, por sus propios medios, deberían llegar desde la estación de Atocha al aeropuerto, informa Alberto di Lolli.
Tras las horas de vuelo, las horas de tren y la odisea de los tres italianos por Madrid, llegaron a Barajas en Metro a las 16 horas del viernes. La siguiente información que les dio Iberia fue que embarcarían esta mañana.
Nada de eso. Por la mañana, tras pasar la noche y más de siete horas haciendo cola ante una puerta de embarque por la que ya habían comenzado a subir al avión varios pasajeros, la compañía cambió el destino del vuelo. En lugar de Venecia, ahora iba a Francfort.
Más tarde, alrededor de las 20 horas, el grupo de italianos se agolpaba delante de otra puerta de embarque para tratar de subir, por fin, en el vuelo 3632 de Iberia... pero, al parecer, se llenó enseguida y muchos quedaron fuera.
En ese momento la situación era más que crítica. La ira de esta familia y de los otros italianos que pretendían embarcar se desató y en medio de esta situación, el pequeño pasajero cayó al suelo, al parecer, por un desmayo.
Después, la dantesca escena: algún miembro de los servicios sanitarios del aeropuerto reprochando a los padres del menor que no le habían prestado suficiente atención. "A un niño hay que darle de beber y de comer", les espetaban. La madre, profiriendo insultos contra ellos y la Guardia Civil que ya pululaba por la zona. Y todos los demás, desesperados.
Los viajeros no han parado de quejarse a los empleados de Iberia, que dicen no poder hacer nada. "Esto es como la lista de Schindler", le ha dicho uno de ellos a un italiano con cara de pocos amigos.
Pasadas las 21 horas, la familia italiana seguía sin rumbo.