lunes, 12 de enero de 2009

RECAREDO ENGONGA, SACERDOTE GUINEANO.-

Desde el pasado mes de octubre, el párroco de Llanera – Asturias - José Julio Velasco, cuenta con la ayuda del primer sacerdote africano de la diócesis de Oviedo, Recaredo Engonga, quien se ha hecho cargo de las parroquias de Cayés y San Cucufate. Engonga nació hace 35 años en una pequeña población de Guinea Ecuatorial, y en el año 1996 abandonó su tierra para estudiar Filosofía y Teología en la Escuela Pontificia Ateneo Antoniano de Roma. El 11 de junio de 2006 se ordenó sacerdote en la Diócesis de Turín, fecha que el guineano recuerda con mucha alegría.
-¿CUÁNDO SE DIO CUENTA DE QUE SU VOCACIÓN ERA LA DE SER SACERDOTE?
-Mis padres son católicos, yo he sido bautizado, he hecho la comunión y me he confirmado. Desde que tengo uso de razón, mi vida ha estado ligada a la religión y todo lo que me han enseñado lo aprendí con gusto y lo aprecié. En mi pueblo comencé siendo monaguillo, ayudando a mi comunidad y participé en multitud de convivencias que la iglesia organizaba.
-¿CÓMO SE TOMÓ SU FAMILIA ESA DECISIÓN SUYA?
-La primera vez que dije a mis padres que quería tomar los hábitos fue con 17 años. Mi padre no aceptó la decisión, porque soy el hijo primogénito y aunque en Guinea el primer hijo suele ser entregado a Dios para que sea sacerdote, en mi caso mi padre no quería que fuera así, prefería que me dedicara a otra cosa. Me marché de mi casa para estudiar en otra ciudad de mi país, y posteriormente me marché a Italia. Mi padre, después de tres años, lo aceptó, y aunque murió en el 2003 antes de que yo me ordenara sacerdote, sé que está feliz por mi decisión. Mi madre siempre me ha apoyado en mi decisión. Sus palabras son que mientras no haga daño a nadie, todo lo que decida en mi vida está bien.
-¿CÓMO FUE EL NUEVO COMIENZO EN ITALIA?
-Fue duro, yo me fui a estudiar sin tener beca, tuve que trabajar y estudiar a la vez y la mayoría de las veces me quedaba dormido encima de los libros. El trabajo que realicé fue de guía turístico para el Vaticano, y esto me permitía pagar todos los meses las cuotas, que son muy caras. El primer libro que compré me costó 120 euros, era un diccionario de términos italianos y latín, además de fotocopiar libros de más de trescientas hojas y tener que mantenerme económicamente en Italia.
-ESTUVO EN EL NORTE DE ITALIA COMO SACERDOTE, ¿CÓMO FUE SU EXPERIENCIA?
-Nunca llegué a encajar allí, en muchos momentos me sentí sólo, ya que mi familia no se encontraba conmigo, ni era mi sitio. Cuando estuve en el norte como sacerdote, se encontraba conmigo otro párroco con el que no tenía muy buen trato, pero eso me ayudó a reforzar mi idea de ser sacerdote y de dedicar toda mi vida a Dios, para no parecerme a él, ni ser una persona triste. Nosotros estamos aquí para ayudar a las personas, traerles alegría y darles a conocer la palabra de Dios.
-A PESAR DE ESTUDIAR EN ITALIA, HA VENIDO A ESPAÑA ALGUNA VEZ DURANTE SU VIDA DE ESTUDIANTE.
-Sí, hasta el verano del 2003 pasé mis vacaciones trabajando en Córdoba en una residencia de ancianos ayudándoles y realizando mi apostolado. Aprendí la labor que los sacerdotes españoles realizan, ya que alguna vez di misa. Pero dada la mala situación económica a la que estaba sometido, por pagarme mis estudios no pude viajar a Guinea a ver a mis padres hasta el año 2003, cuando mi padre estaba muy enfermo.
-¿POR QUÉ DECIDIÓ COMO DESTINO ASTURIAS Y EN CONCRETO LLANERA?
-Mis hermanos viven aquí en Oviedo con sus parejas, además tengo muchos amigos de mi tierra que residen aquí. Vine hace dos año después de las vacaciones de Navidad a ver a mis familiares y decidí ir a ver al Arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, que me acogió con los brazos abiertos, e incluso me ofreció su casa para dormir allí si no tenía ningún lugar. Osoro me propuso quedarme en Asturias y me informó que mi destino sería Llanera.
-¿QUÉ TAL RECIBIMIENTO HA TENIDO EN LLANERA?
-Ha sido excepcional, estoy muy feliz. No me esperaba que la gente fuera tan buena y tan amable conmigo, ya que no soy de aquí. Todos me felicitan por la labor que realizo, se acercan a preguntarme si estoy bien y si necesito algo, me invitan a sus casas y me saludan por la calle. Es como si fueran mi propia familia. Los niños me preguntan si me gusta el pote asturiano, les digo que sí y que les invite a tomar comida de mi tierra, como serpiente. Espero trasladarme pronto a vivir a la casa parroquial de San Cucao y se vendrá mi madre conmigo, porque ahora vivo en Oviedo con mi hermano.
-EN LA NAVIDAD HA AYUDADO AL REY BALTASAR EN SU TAREA, ¿SABÍA CÓMO SE CELEBRABAN AQUÍ LAS FIESTAS?
-Es la primera vez que celebro aquí las fiestas navideñas y me lo he pasado genial, me ha dado pena que se hayan acabado. No me sentí ni un momento solo, todo el mundo estuvo pendiente de mí. Fue un honor para mí ayudar a Baltasar en su tarea. Lo mejor fue el desfile por Posada y ver la felicidad de los niños con los Reyes Magos.
Es católico y está en España - sabe español - porque, durante siglos estuvimos allí. Deberíamos preocuparnos algo mas por aquellas buenas gentes.

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