LA LUZ DE SUS OJOS.
(VEREMOS SI TEODORO NO SE QUEDA CON LAS GAFAS Y LOS COLIRIOS).
Son médicos de Córdoba especialistas en oftalmología, ópticos, enfermeros, auxiliares y anestesistas. Para los refugiados en los campamentos de Smara y El Aaiún en el Sahara, la población de Mangola (Tanzania) y Tsiroanomandidy (Madagascar), algo mucho más que simples profesionales. Son la luz de sus ojos, sin la cual la vida sería infinitamente más difícil de lo que podría serlo para alguien con problemas de visión en el mundo desarrollado.
En estos cuatro lugares desarrolla su labor humanitaria internacional la Fundación La Arruzafa de Córdoba, creada en 2005 en el instituto de oftalmología y hospital del mismo nombre que existe en la capital con el objetivo de promocionar la salud oftalmológica, la investigación y la docencia para lograr la universalización de la salud visual por encima de condicionantes económicos, sociales y geográficos.
Adquirido el compromiso moral con estas zonas, volverán a ellas de nuevo en 2009 como lo harán a otros destinos que ya han visitado anteriormente: Tanzania y Madagascar.
El calendario solidario de la fundación incluye también en 2009 un viaje a Tsiroanomandidy, a unos 120 kilómetros de la capital de Madagascar, donde igualmente tiene una consulta desde mayo de 2008 y donde en primavera estará un equipo quirúrgico. Algo más tarde, quizá en el verano, viajarán voluntarios por primera vez a Guinea Ecuatorial, donde han solicitado su ayuda. Será necesario “estar al tanto”.
DIFICULTADES CON LOS GOBIERNOS.
Aunque la población «nos recibe con los brazos abiertos, es amable y agradecida», explica el doctor Laborda, las autoridades de los países dificultan en ocasiones su labor. «Es increíble lo que cuesta entrar aunque vayamos a regalar gafas o colirios. Las autoridades sanitarias, la policía y las aduanas ponen trabas» e intentan sacar provecho económico, cuenta.
(VEREMOS SI TEODORO NO SE QUEDA CON LAS GAFAS Y LOS COLIRIOS).
Son médicos de Córdoba especialistas en oftalmología, ópticos, enfermeros, auxiliares y anestesistas. Para los refugiados en los campamentos de Smara y El Aaiún en el Sahara, la población de Mangola (Tanzania) y Tsiroanomandidy (Madagascar), algo mucho más que simples profesionales. Son la luz de sus ojos, sin la cual la vida sería infinitamente más difícil de lo que podría serlo para alguien con problemas de visión en el mundo desarrollado.
En estos cuatro lugares desarrolla su labor humanitaria internacional la Fundación La Arruzafa de Córdoba, creada en 2005 en el instituto de oftalmología y hospital del mismo nombre que existe en la capital con el objetivo de promocionar la salud oftalmológica, la investigación y la docencia para lograr la universalización de la salud visual por encima de condicionantes económicos, sociales y geográficos.
Adquirido el compromiso moral con estas zonas, volverán a ellas de nuevo en 2009 como lo harán a otros destinos que ya han visitado anteriormente: Tanzania y Madagascar.
El calendario solidario de la fundación incluye también en 2009 un viaje a Tsiroanomandidy, a unos 120 kilómetros de la capital de Madagascar, donde igualmente tiene una consulta desde mayo de 2008 y donde en primavera estará un equipo quirúrgico. Algo más tarde, quizá en el verano, viajarán voluntarios por primera vez a Guinea Ecuatorial, donde han solicitado su ayuda. Será necesario “estar al tanto”.
DIFICULTADES CON LOS GOBIERNOS.
Aunque la población «nos recibe con los brazos abiertos, es amable y agradecida», explica el doctor Laborda, las autoridades de los países dificultan en ocasiones su labor. «Es increíble lo que cuesta entrar aunque vayamos a regalar gafas o colirios. Las autoridades sanitarias, la policía y las aduanas ponen trabas» e intentan sacar provecho económico, cuenta.
J. PRIETO. ABC.
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