EL SILENCIO DE LOS CORDEROS.-MI SORPRESA ANTE TANTA “DISCIPLINA”. AL DUODENO, HOMBRE.
Los medios de comunicación de ambas ciudades, se limitan a recoger las opiniones de los respectivos gobiernos – suave que me estas matando - y uno de ellos – Pueblo de Ceuta – se pronuncia en forma de editorial que firmaría una ursulina.
Hechos:
1.- Están retirando tropas de Ceuta.
2.- El gobierno se reúne con autoridades de Marruecos, invitan a representantes autonómicos de Canarias y Andalucía, pero no de Ceuta ni de Melilla.
3.- El gobierno ha manifestado la conveniencia de “hablar con Marruecos” sobre Ceuta y Melilla. ¿Pero que hay que hablar, caramba?
4.- Y, ahora, cuando Corto Zapatero ha decidido repartir nuestro dinero entre las Autonomías, no ya sin pasar por el Congreso de los Diputados, sino ni siquiera por el Consejo de Ministros – “ya se le dará forma después, como en tiempos de “las adhesiones inquebrantables” – se niega a hablar con los representantes legítimos de ambas ciudades.
1.- Están retirando tropas de Ceuta.
2.- El gobierno se reúne con autoridades de Marruecos, invitan a representantes autonómicos de Canarias y Andalucía, pero no de Ceuta ni de Melilla.
3.- El gobierno ha manifestado la conveniencia de “hablar con Marruecos” sobre Ceuta y Melilla. ¿Pero que hay que hablar, caramba?
4.- Y, ahora, cuando Corto Zapatero ha decidido repartir nuestro dinero entre las Autonomías, no ya sin pasar por el Congreso de los Diputados, sino ni siquiera por el Consejo de Ministros – “ya se le dará forma después, como en tiempos de “las adhesiones inquebrantables” – se niega a hablar con los representantes legítimos de ambas ciudades.
Se mezcla y relaciona, se reflexiona y...
¿A que esperan, discutiendo si son galgos o podencos? ¿A que llegue Mohamed?
¿Qué les tiene que llamar? Vamos a sacar la gente a la calle, que están deseando, caramba. Verán como les sienta fatal: ¡a conseguir que les salga una úlcera de duodeno!
¿A que esperan, discutiendo si son galgos o podencos? ¿A que llegue Mohamed?
¿Qué les tiene que llamar? Vamos a sacar la gente a la calle, que están deseando, caramba. Verán como les sienta fatal: ¡a conseguir que les salga una úlcera de duodeno!
¿Fatalismo? Pues recuerden: de pronto nos salió un Reagan – de peón de confianza llevaba a “una tal” Margaret - coincide históricamente con un señor - que pasaba por allí - quien quiso llamarse para la Historia Juan Pablo II, y se cae el muro de Berlín, la Unión Soviética y la madre que la parió. Se puede cambiar la Historia, claro que sí; ellos lo hicieron
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