USTED SI QUE SABE.-

ARÍSTEGUI: “HAMÁS ATACA DESDE EDIFICIOS DE LOS QUE NO DEJA SALIR A NADIE”.
ENTREVISTA EN LANACION.ES
Gustavo de Arístegui, portavoz del Partido Popular en la comisión de Exteriores y experto en Oriente Próximo analiza la crisis de la franja de Gaza que tiene en vilo, estos diás, a la comunidad internacional.
-En la crisis de Oriente Próximo, ¿hay buenos y malos?

-La guerra entre palestinos e israelíes es la guerra entre Hamás e israelíes. Y tampoco se puede llamar propiamente guerra, yo soy partidario de que cuando se trate de un grupo terrorista como es el caso de Hamás se hable de lucha, y no de guerra. Es la lucha o la respuesta ante un grupo terrorista. Obviamente, Hamás es un grupo terrorista reconocido como tal por la Unión Europea y por Estados Unidos, por lo tanto, creo que está muy claro quiénes son los buenos y quiénes son los malos. Lo que sí tenemos que hacer es lo necesario, yo diría lo imposible, por acabar con esta situación.
-Mueren muchos civiles palestinos.-

Lamentablemente, Hamás coloca sus lanzacohetes y sus instalaciones, que ellos llaman militares, y sus cuarteles generales en zonas dénsamente pobladas y en edificios de los que no dejan salir a la gente. Eso ya lo vimos en la guerra del Líbano en el año 2006. Entonces, Hizbulá colocaba a sus milicianos a lanzar cohetes en edificios de los que no dejaba salir a sus habitantes. La paz es posible. Hay que desarmar a los grupos terroristas y presionar a Israel para que reconozca un Estado palestino cuanto antes.
-¿La vía es el ataque por tierra a la franja de Gaza?-

Francamente, no lo sé. El ataque por tierra tiene la virtud de ser más discriminatorio que el ataque aéreo. En todo caso, sí creo que con los tanques por tierra se podrán poner las cosas en su justa proporción. Cabe recordar lo que ocurrió en Yenín. Se dijo que había sido una masacre y al final habían muerto 43 miembros de grupos terroristas y 19 soldados de elite israelíes.
-¿Qué repercusiones tiene lo ocurrido en Gaza en toda la región?-

La crisis de Gaza, que dura ya diez días, pone de manifiesto la inmensa capacidad de desestabilización que tienen grupos terroristas como Hamas o Hizbulá y la inmensa capacidad de financiación y operativa que le ha dado un país que no tiene ni amigos ni aliados en Oriente Próximo, salvo Siria como es el caso de Irán. En este momento, los propios ministros de Asuntos Exteriores árabes están alarmados por la creciente influencia de una potencia no árabe en un conflicto y en un problema esencialmente árabe.